La Copa América, la Fórmula 1, el Festival de Benicasim (FIB),… La sociedad del ocio genera una importante demanda de restauración. Macroconciertos de música, que pueden durar hasta tres días, y eventos deportivos conforman el núcleo duro de este tipo de acontecimientos. Son las llamadas concentraciones no sedentarias, aquellas que no tienen un carácter continuado, y viven su máxima expresión con la llegada de la primavera hasta el inicio del otoño. Dar de comer a multitudes ya no es problema. Quince minutos de descanso en un partido de fútbol es suficiente para servir bocadillos a los espectadores de un estadio, mientras que mediante picnic se abastece las gradas de un circuito automovilístico. Producto, tecnología, logística y recursos humanos son los puntos cardinales de de un potente y creciente mercado.