Desde hace veinte años, Albie, de capital netamente nacional, se dedica a la restauración social, prestando servicio en más de cien centros. Junto a su tradicional actividad, la compañía planea potenciar el vending y meter la cabeza en la restauración comercial a través de la franquicia. Así lo reveló el director de expansión de la compañía – Enrique Ordoñez – en el desayuno organizado por RESTAURACIÓN NEWS el 3 de julio pasado.
Albie ya tienen medianamente establecido el modelo de franquicia que pretenden implantar en toda España y que muy probablemente tendrá como epicentro la dieta mediterránea, según manifestó Ordoñez. Otras líneas de negocio, como el vending, también están bailando al ritmo que marca esta tendencia a los productos saludables o dietéticos (integral, sin azúcar, sin gluten,…).
A nivel cuantitativo, el negocio de la venta automática gana enteros en el seno de la compañía año tras año. Actualmente son setecientas máquinas expendedoras que hasta el momento sólo estaban instaladas como apoyo en las colectividades gestionadas por Albie, pero de ahora en adelante, el vending será independiente de otras líneas de negocio. Aclara también Ordoñez a este respecto que mantiene todas estas máquinas en propiedad, excepción hecha con las de agua y refrescos.
Al margen de la restauración comercial y el vending, Albie está trazando otras directrices, como las encaminadas a centros deportivos (Club de tenis Chamartín), la hostelería hospitalaria, centros institucionales (Asamblea de Madrid, Ciudad de la Justicia de Málaga) y la producción en línea fría, de la que Asunción Sánchez, directora de compras de la empresa, opina que “es el futuro”.
Extralimitando las funciones propias de una empresa de colectividades y por expreso deseo del mercado, Albie desarrolla además proyectos e instalaciones en colaboración con los especialistas en equipamiento Zancomer e Incofrisa. “Hemos pasado de dedicarnos sólo a hostelería, a ser pequeños constructores. Es raro el sitio donde no tienes que hacer una pequeña reforma. Nos hemos metido en esto casi por obligación”, apunta Sánchez.
Todos estos nuevos sectores se unen a otros en los que tradicionalmente ha estado presente esta firma que da empleo a 1.500 personas. A saber: centros escolares, Universidades, residencias, cuerpos y fuerzas de seguridad, etc…
Más marca, menos precio
Sea cual sea el cliente (en un 90% instituciones), sus requerimientos otorgan cada vez mayor peso a las marcas en detrimento del coste de los productos, según la directora de compras: “El precio sigue siendo muy importante, pero cada vez más nos demandan determinadas marcas o productos”. Estos mismos clientes, asegura, les exigen estar innovando ya que esto “anima el consumo”. Y de ahí, Sánchez pasa la pelota – al menos en parte – al tejado de los proveedores que, de acuerdo con su opinión, no ofrecen tantas soluciones como sería deseable: “En los encuentros y ferias siempre echo de menos innovaciones para colectividades”. Asimismo se lamenta de que para ciertas categorías, sobre todo algunos productos frescos, es complicado encontrar quien ofrezca cobertura nacional, así que, aunque el propósito sea el de conseguir un acuerdo para un único proveedor a nivel nacional, no siempre es posible llevar a término estas intenciones, tanto por la razón aludida como por las propias recomendaciones de los gerentes de los centros, que tal vez prefieran un proveedor local.
Los usuarios a su vez, exigen cada vez más fórmulas personalizadas, el “sírvase usted mismo de los buffets y coffe corners, take away en las cafeterías,… Asunción Sánchez resume estos nuevos valores en una frase: “la restauración social está dejando de ser el hermano pobre de la hostelería”. l
Elia García
