El secreto de Presorvac es la gran precisión con la que extrae el aire de la botella de vino, evitando su oxidación. En el caso de cavas y champagnes reestablece la presión original de la botella, frenando así el escape de la burbuja natural. Se comercializa en un estuche con cinco tapones reutilizables: cuatro para vinos y uno para espumosos. El precio es de 145 euros.