De los 27 millones de litros perdidos, 13 corresponden a vinos con denominación de origen, 8 a vinos sin D.O. y 3,4 millones a espumosos, mientras que en términos de valor, de los casi 130 millones de euros vendidos de menos, 52 corresponden a vinos con D.O., 49 a vinos sin denominación de origen y 15 millones a espumosos y cavas.
Los bares y restaurantes han caído de forma parecida, aunque se han registrado más pérdidas de valor en los bares y de volumen en los restaurantes, pero ha sorprendido el crecimiento de las compras por parte de la restauración colectiva y social frente a la fuerte caída de las compras de hoteles y restauración organizada.
La disminución de precios medios se ha resistido a caer a pesar de la crisis puesto que han bajado algo los vinos son D.O. pero tanto espumosos como el resto de vinos con D.O. han aumentado sus precios medios de compra durante el año.
El trasvase de consumo que se viene produciendo de bares y restaurantes hacia el hogar hace que la caída de ventas en el canal de restauración sea algo superior a la registrada en el mismo periodo en el canal de la alimentación.
A pesar de esto, los niveles actuales mejoran ligeramente respecto al 13% de caída registrado a principios del 2009.