En cuanto a ellos, son los encargados de atender la sala y la bodega, pues el vino constituye uno de los reclamos de esta casa, con una carta que ronda las 300 referencias (nacionales e internacionales), que rota y de la que sale su oferta de vinos por copas, en constante movimiento. Y es que los hermanos Fernández, entre otras muchas actividades y ocupaciones, son importadores y distribuidores de algunas marcas de vino, al tiempo que, desde hace unos años, elaboran los propios junto a un tercer socio en la denominación de origen Méntrida, al norte de Toledo, en la Sierra de San Vicente. Su proyecto, Bodegas Canopy, y su filosofía, la búsqueda de viñas viejas de garnacha que complementan con modernas plantaciones de syrah en elaboraciones de viticultura ecológica.