La historia Taberna Marinera Varadero se remonta 1907 cuando comenzó en el sacrificado mundo del mar, negociando con artesanos marineros la mercancía desde sus barcos para distribuir posteriormente ese pescado a sus clientes. “Con más de un siglo de experiencia, pusimos en marcha un concepto de negocio dentro del sector de la restauración: ofrecer nuestros productos a un amplio segmento de consumidores con unos precios asequibles, para que los clientes disfruten de un buen marisco y un excelente pescaito frito que está al alcance de todas las economías familiares”, explica el director general de Taberna Marinera Varadero,
Javier Resa Rodríguez.
Vuelta a las tabernas
Desde hace siete años, Taberna Marinera Varadero intenta acercar el sabor onubense a los distintos puntos de España. “Empezamos en Huelva para extendernos más tarde a las provincias vecinas de Sevilla y Córdoba”, dice Resa. Actualmente, Taberna Marinera Varadero cuenta con seis locales propios y dos franquiciados en construcción. Del mismo modo que están inmersos en un plan de expansión. “Hemos querido recuperar las antiguas tabernas marineras, pero dotándolas de un aire moderno y agradable donde disfrutar cada instante de una oferta única de productos del mar, y también de la tierra de Huelva como el jamón de Jabugo”, señala Resa.
Modelo Varadero
Las Taberna Marinera Varadero cuentan con dos zonas diferenciadas. Una en la que los clientes realizan sus pedidos y el
consiguiente pago de los mismos, mientras que la otra está destinada a la entrega del producto. “Este modelo de atención de los clientes facilita la operativa y permite llevar a cabo una buena gestión de los pedidos, reduciendo el tiempo de espera de sus clientes y aumentando la satisfacción”, subraya Resa, al mismo tiempo que indica que se basan en “la sencillez y dinamismo”. Con cien años de experiencia en el mundo del pescado y del marisco, Taberna Marinera Varadero dio el paso de traer productos del mar al consumidor final con la creación de restaurantes propios y testaron el concepto con las franquicias. “El modelo de Taberna Marinera Varadero se basa en tres pilares: la experiencia del sector y en el trabajo con productos del mar, la calidad en productos y servicio, y precios muy competitivos”, dice el directo de la cadena.
Pescaito y cerveza
No se concibe una taberna andaluza sin pescaito y Varadero no es la excepción. Gambas, pulpo, choco o abodo son algunos de los productos que componen la carta de la taberna, donde no pueden faltar los embutidos de la serranía de Huelva. “También en la Taberna Marinera Varadero se puede degustar un original hojaldre de calamares en su tinta, la mousse de cigalas de Huelva, el surtido de croquetas marineras, las típicas tortillas de camarones y de bacalao, la exquisita mojama de atún de Isla Cristina, y así, un extenso
y sabroso recorrido por nuestra peculiar cocina de Huelva”, indica el director general que subraya que el concepto y forma de restauración ha variado ajustándose a la situación económica. Por eso, Taberna Marinera Varadero ofrece cervezas por un euro y más de veinte raciones por seis euros.
Más allá
Taberna Marinera Varadero se encuentra sumergido en un plan de expansión, sin perder la esencia que llevan transmitiendo desde sus inicios. “Somos conservadores con las nuevas aperturas, porque queremos ser cuidadosos a la hora de elegir franquiciados y pretendemos ser muy exigente con la ubicación de nuestros locales”, cuenta Resa mientras adelanta los deseos de abrir entre diez y quince tabernas por año. “Somos conscientes que controlar el 90% del producto es un dato que nos diferencia del resto de tabernas. Además gozamos de una gran credibilidad de nuestro concepto por parte de consultores, auditores y contamos con los mejores proveedores”, indica el director general de Taberna Marinera Varadero. Rebeca Puente