Él fue el encargado de responder las preguntas de Restauración News durante la celebración del primer encuentro ‘Piensa en Vending’.
¿Qué tipo de nuevos emplazamientos buscan los operadores de vending? ¿Quizá estaciones de ferrocarril, o del ámbito de los transportes?
En esos emplazamientos ya existe vending, pero se está mejorando su imagen. En la actualidad existe vending cautivo (las empresas privadas), público (máquinas en la calle) y semi público (máquinas implantadas en lugares donde convive personal trabajador y gente de paso, como hospitales y universidades). El vending cautivo está totalmente saturado y el semi público también: ha crecido muchísimo. La asignatura pendiente es el vending público. Por ejemplo, en un país como Japón, el vending público está muy bien representado, pero aquí en España, quizá por el vandalismo o por la competencia de cafeterías y bares –pensemos que España es uno de los países del mundo con más cafeterías por habitante-, o por la obtención de licencias, es más complicado. Así que creo que la asignatura pendiente en este país es el vending público e implantar otro tipo de máquinas y más variedad de producto.
Hablando de la competencia con las cafeterías, en momentos de crisis económica ¿cómo afecta al vending? ¿El usuario prefiere ‘sacar’ un café de la máquina porque es más barato que en el bar o no funciona así?
Un porcentaje muy pequeño. Pero el consumidor de vending no se mueve por precio: consume porque está en el punto caliente. Es decir, el vending es impulso. Cuando ves la máquina, si ésta ‘te llama’, si es atractiva, te invita a consumir. Además, el consumidor 2.0 la filosofía que practica es la de lo quiero ‘aquí y ahora’. Y ese ‘aquí y ahora’, quien lo da es el vending.
¿Cómo se puede luchar contra el vandalismo?
En vending cautivo y en semi público no hay vandalismo. Normalmente las empresas de seguridad se ocupan de eso. Pero el vending público es el hándicap que tenemos, porque es muy difícil luchar contra ello. Hay máquinas preparadas contra el vandalismo, pero son poco atractivas porque han de ir acorazadas, parecen tanques, y hacen mermar las ventas. Mientras que en Japón, repito, a nadie se le pasa por la cabeza romper una máquina de vending, en España somos latinos y cuando no cae un producto o pasa cualquier cosa, somos más propensos a darle la patada a la máquina. Quizá parte de culpa la tenemos los proveedores y operadores del sector, que no hemos sabido comunicar bien que hoy en día, las máquinas ya no se tragan las monedas, no se tragan el producto. Desde hace casi diez años todas las máquinas de snacks tienen incorporado un sensor de caída de producto y en el caso de que no se produzca, o bien se puede elegir otro, o se devuelve el dinero.
Esto sí puede ser desconocido por el usuario.
Sí, quizá no lo hemos sabido transmitir bien y, ante este desconocimiento, la gente, comete actos vandálicos. Pero también tenemos la teoría de que cuanto más limpia está la máquina, más cuidada, menos vandalismo se produce en ella.
En lo que se refiere a máquinas de alimentación, máquinas por ejemplo de platos preparados ¿cómo se encuentra el sector?
Unas cuantas empresas ya están preparadas para abordar y de hecho ya se está abordando el tema de los platos preparados. Éstos van sobre todo destinados al vending cautivo, para grandes compañías y, en este sentido, se han hecho esfuerzos en las grandes empresas para que la logística se adapte a este tipo de producto. Los clientes y consumidores son cada vez más exigentes y es casi una obligación ofrecerlos. Las mejoras también van por ahí.
Por ejemplo, antes las máquinas de snacks casi no daban opciones. Hoy están preparadas para trabajar con sándwiches, ensaladas, yogures; todo tipo de producto. Y, de hecho, se está apostando mucho por un vending saludable, con productos saludables, que también contribuyen a mejorar la imagen del sector. En cuanto a bebida fría, también se está ofreciendo más variedad y otro tipo de máquinas. Antes se apostaba por máquinas ciegas, que tenían entre seis y diez canales de producto, donde te tenías que fiar de lo que ponía en la etiqueta. Ahora, las máquinas son lo que nosotros denominamos de ‘visión directa’, donde se ve qué producto se va a consumir. Y donde antes había seis o diez referencias, ahora se pueden encontrar 40 o 45.
¿Qué objetivos tenía la campaña ‘Piensa en Vending’? ¿Por dónde pasa el futuro del sector?
El futuro pasa por la formación. El problema que tenemos en este sector es que no nos lo creemos. Antes hablábamos del precio: muchos operadores piensan que el consumidor consume productos de vending por precio y esto no es así. Debemos romper estos tabúes. El futuro pasa por mayor formación en el sector, a nivel de cuadros directivos, a nivel operaciones, logística. Se ha de entender que el producto es importante y le hemos de lavar un poco la cara al sector. Tenemos que hacer que mejore más porque es muy importante. Además, las nuevas tecnologías van a jugar un papel crucial. Por ejemplo, en Venditalia se presentarán -ya hay algún test en España-, máquinas que admitirán nuevas formas de pago. Así que va a haber una revolución tanto en las máquinas como en los medios de pago y, adicionalmente, entiendo que las redes sociales nos pueden ayudar muchísimo a dar a conocer nuestro sector y que se empiece a valorar lo que estamos haciendo. J Isabel Cano
