Didier Chenet, presidente de una de las asociaciones de restaurantes más críticas con el gobierno francés, ha manifestado en la cadena de radio Europe-1 que por cada punto que suba el IVA el sector perderá 10.000 empleos, además de ver mermada la rentabilidad de sus negocios, estar obligado a reducir sus inversiones y reajustar los salarios de sus empleados.