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“He parido una nueva idea: la de las posadas urbanas”

Tras un tiempo estimado de ocho meses de intensas obras, haciéndose un perfecto aliado del andamio, y con una inversión de cerca de dos millones de euros, el chef madrileño pondrá en marcha, en dos etapas, La Posada del Chaflán.

Un nuevo concepto que nace, según ha explicado el propio chef a Restauración News, con el objetivo de cubrir las necesidades del urbanita y con la vocación de ser la antesala de

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un proyecto de mayor envergadura que consistirá en crear una red de posadas urbanas en España.

De ahí que, para empezar, la primera pieza de ese puzzle consista en hacer que el número 34 de la madrileña calle de Pio XII acoja en sólo unas cuantas semanas un restaurante, y en apenas dos o tres meses un hotel, con 47 habitaciones, una más del doble de las 23 que tenía el antiguo Aristos.
“Son habitaciones sencillas pero modernas, con una cama, una ducha y una pantalla de televisión”, afirma un chef que no tarda en añadir que su idea de posada urbana une el concepto de la típica posada del siglo XVIII con la gastronomía, haciendo que las primeras giren en torno a la segunda.

Codearse con el low-cost
“Es una propuesta nueva, distinta, provocadora y amable que nace de lo que he olido en la calle, en medio de una sociedad emergente que tiene otra manera de entender la gastronomía”, resume Juan Pablo Felipe.

Un chef a quién no le tiembla la voz al afirmar que “ahora, hay que acoplarse a una sociedad low-cost que pide menos precio por más servicio, haciendo que nuestro trabajo sea hacer de esa ecuación algo rentable. Hay que guerrear e hilar muy fino desde el punto de vista económico”, puntualiza.

Razón de sobra para que el nuevo Chaflán no esté ideado para ser sólo un restaurante, sino “un multiespacio en el que además de poder comer y cenar, se puedan tomar copas y tapas”. Todo ello, según el chef, sin renunciar a su estilo.
“Mi línea y mi estilo seguirán siendo iguales”, aclara. La carta de ese nuevo Chaflán tendrá desde menús a 15 euros –“precio urbanita”­- hasta comidas o cenas con un coste de entre 30 y 40 euros.

Mientras, el precio de la habitación de la posada, que constará de cuatro

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plantas, oscilará entre 50 y 60 euros, y su target de público será el “hombre de negocios”, aunque también podrá dar alojamiento al turismo vacacional, ya que “en 47 habitaciones cabe un autocar”, explica muy gráficamente Felipe.

Trabas financieras
Pese a todas estas posibilidades, este proyecto de empresa “que nada tiene que ver con la especulación” no ha contado, según el chef, con el respaldo financiero de la banca nacional. “Durante un año hice una travesía del desierto banco a banco y puedo dar fe de que los bancos españoles han cerrado sus puertas”, comenta a esta revista.

“La banca española no está a la altura de lo que necesita el pequeño y mediano empresario español”, insiste Felipe, quién no duda en elogiar al Deutsche Bank, entidad que, a su juicio, “lo vio claro desde el principio”, facilitándole el puente hacia la financiación necesaria para hacer realidad este nuevo proyecto.

Un proyecto con el que Juan Pablo Felipe persigue reinventarse. “Cada década me ha traído cosas nuevas y en ésta he tratado de ilusionarme, de saber por qué me levanto por las mañanas; tocaba coger alegría y ganas y encontrar el norte”, sostiene el chef.

En esta nueva aventura, cuyos empleos directos ascenderán como mínimo a 21 personas, Felipe ha contado también con el apoyo del arquitecto Chus Manzanares, en lo relativo a la decoración y al proyecto arquitectónico que darán vida a La Posada del Chaflán.

Una idea salvaje
Aunque

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Felipe ha preferido no desvelar muchos detalles de la apariencia de su nuevo proyecto, sí ha contado a Restauración News que va a aprovechar todos los recursos que tiene el edificio y que están de por sí vinculados al espacio, al color y a la luz.
“Estamos trabajando para transmitir una idea natural, salvaje, una jungla urbana, sobre la base externa de un gran cubo blanco, un elemento arquitectónico que destacará al estar rodeado de troncos de árboles”, matiza.

En relación al sector de la restauración, Juan Pablo Felipe se muestra tajante al afirmar que “se acabó ser espectador en la sociedad”. De cara a la administración, el chef manifiesta su deseo de que ésta les permitiese “dejar de perder para reposicionarse”.

Y en cuanto a la situación económica nacional, el cocinero no tiene pelos en la lengua a la hora de manifestar que “lo que veo en España es un chiste. Es caótico todo lo que ocurre. Y… básicamente veo una sociedad miedosa a enfrentarse a su propia realidad”.
“Nadie te lo va a traer a casa, como en décadas pasadas”, apostilla, aunque termina con una frase esperanzadora al decir que “como decía San Agustín, siempre hay una salida”. JGema Boiza

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