Sin embargo, la creciente orientación de la demanda hacia locales de precio bajo continúa favoreciendo el desarrollo de mercados de comida rápida y restauración informal, así como el aumento de la concentración sectorial.
Tanto es así que las cadenas reunieron el 34% del valor del mercado, con 5.570 millones de euros, en 2011, diez puntos porcentuales más que en 2007.
De hecho, la facturación del segmento de restaurantes sin servicio en mesa registró un crecimiento del 2% en 2011, gracias a la positiva evolución de los locales de comida rápida, cuyos ingresos aumentaron un 4%.
El segmento, que incluye además a los autoservicios tradicionales, aumentó su participación en el conjunto del mercado hasta el 18%, alcanzando los 3.000 millones de euros.
La facturación de los restaurantes con servicio en mesa retrocedió un 8%, hasta situarse en 11.600 millones. En este segmento la restauración informal continuó aumentando su cuota frente a la restauración tradicional. Por su parte, las cafeterías registraron un descenso del 6,6% en 2011.
De cara al año próximo, DBK augura que la caída de las ventas en los restaurantes continuará, aunque se suavizará hasta el 4,5%.