De su intervención destaca la iniciativa de reunir a los 11.000 encargados de sus locales, lo cual supuso un gasto del orden de 33 millones de dólares y motivarles de modo que además de perseguir el beneficio de su cuenta de explotación consideraran qué de ventajas les reportarían iniciativas o acciones responsables.
Para ello se los llevó a Nueva Orleans y les hizo colaborar en la reconstrucción de uno de los barrios de la ciudad que resultó destruido por el huracán Katrina.