Hace un año, bajo la dirección de Regina Santamaría, hija del fallecido chef, y con Xavier Pellicer en la cocina, Can Fabes renovó su imagen corporativa, decoración así como su oferta gastronómica, a fin de paliar los efectos de la crisis que ya había obligado a clausurar –en marzo de 2012- el local que Santi Santamaría abriese en Singapur.
Las medidas adoptadas entonces no han resultado suficientes, y la crisis se acentuó todavía más cuando Pellicer decidió desvincularse del local. Así, en poco más de un mes los comensales tendrán que decir adiós a un clásico de la alta gastronomía española.