Repito: hace más de una década de esto y las cosas han cambiado. El sushi, producto nipón por excelencia, ha entrado en la gastronomía de la mayor parte de los españoles urbanitas y empresas como Sushimore contribuyen a que esa democratización se acentúe a cada día que pasa.
Afinales de 2011 se constituía una empresa que comenzaba a andar a principios del año pasado. En poco más de un ejercicio, a cierre de esta edición, la firma contaba ya con veinte establecimientos y previsión de inaugurar otros seis en fechas próximas. Todos ellos operados en régimen de franquicia. ¿El objetivo? Terminar de democratizar un producto como el sushi, bajo las premisas de un alimento saludable, fresco, de buena calidad y, en este caso, a precios muy asequibles.
¿Cuál es la clave del éxito? No existe una sola, aunque sí varios factores que convierten a Sushimore en un concepto con potencial de desarrollo. El primero es la baja inversión a la hora de poner en marcha la franquicia, que puede realizarse a partir de 38.000 euros (eso sí, más un royalty mensual y canon de publicidad). No obstante, esta cifra puede reducirse aún más si por lo que se opta es por la “barrita Sushimore”, para cuyo funcionamiento pueden no ser necesarios más de nueve o diez mil euros.
Un segundo factor que influye positivamente a la hora de aportar valor añadido a un concepto como el de Sushimore, según nos explica su principal artífice Gema Olavarrieta, gerente de la marca, es la flexibilidad. El ser un concepto adaptable a multitud de espacios y tamaños ya que, hasta el momento, la cadena cuenta con establecimientos que oscilan desde los 23 metros cuadrados hasta los ochenta del que, por ahora, es su local de mayor tamaño. Todos, nacen bajo la filosofía del ‘take away’, pero muchos incluyen una zona de degustación de mayores o menores proporciones. Desde la matriz se pretende que todos los locales estén ubicados en zonas transitadas que garanticen el tráfico de clientes, por lo que aunque es el potencial franquiciado el que propone dos o tres emplazamientos para su futuro local, la decisión final de dónde ha de estar dicho local se toma entre las dos partes.
Sencillez
Pero, sin lugar a dudas, una de las mejores bazas con las que juega Sushimore de cara a sus potenciales futuros gestores, es la sencillez de gestión del negocio. Como explica Gema
Olavarrieta, no es necesaria una experiencia previa en hostelería ni, más concretamente, en gastronomía japonesa, para conseguir llevar con éxito un local de Sushimore. No sólo se trata de que el franquiciado reciba la formación necesaria por parte de la matriz para después manejar con éxito su negocio, sino que además la misma matriz le suministra las herramientas necesarias para que esa gestión, dentro de lo que son las operaciones del día a día, sea simplemente sencilla. ¿Qué significa esto? Pues que una vez que alguien pasa a ser franquiciado de Sushimore, no sólo se le proporciona el mobiliario de cocina: la mesa de frío, congeladores, etc, sino que la empresa suministra un tipo de moldes patentados por ellos con el que se garantiza la homogeneidad de todas las piezas de sushi. Además, el producto –pescado, verduras…- llega en bandejas de laminados, congelados, al local, con lo que se suprime también la potencial dificultad del corte, así como la merma de producto, ya que el franquiciado puede ir racionando las cantidades a medida de que se vayan necesitando.
Con todas estas premisas, el objetivo de la matriz de cara a este ejercicio es continuar creciendo dentro del territorio nacional, consolidando por ejemplo la marca en el mercado canario, donde ya se han empezado las negociaciones con un potencial ‘masterfranquiciado’ de la zona. Este año será también el que contemple el salto al extranjero. El primer país en el que se implantará Sushimore fuera de las fronteras españolas, Portugal. JAna I. García