El espacio se ha dotado de una cuidada decoración, ya que su propietaria, Carmen Sanz Aldea, ha puesto su sello personal en la decoración. Mesas grandes y robustas, cómodos butacones que invitan a la sobremesa, cálidos tonos grises en las paredes, cuadros, trampantojos y una impresionante lámpara de plumas en la entrada, junto con los detalles de los aseos: el de ellas, exquisito cual bombonera, y el de ellos, más transgresor y moderno. En definitiva, un espacio cuidado y en el que se nota que ningún rincón es menos importante que otro. Y para que todo funcione, un cuidado equipo de sala, amable y profesional, dirigido en todo momento por un maitre sumiller.
More está dividido en dos plantas, con una capacidad total para 70 comensales. La superior cuenta con amplias mesas, una bonita, redonda y un reservado privado para 6 comensales con unas vistas privilegiadas del lugar donde se cuece todo: la cocina. Y se comunican mediante una cristalera con lámina de privacidad que permite ver o no, el interior de la misma, según el momento. La planta baja cuenta con un gran salón que puede convertirse en un reservado de hasta para 30 personas. Y también hay una terracita interior con un gran trampantojo y dos mesitas, disponibles para salir a tomar un café, una copa o fumar.