Así, según la misma AEFH, el sector del helado en 2012 mantuvo los ratios de producción del ejercicio anterior, consolidando los 304 millones de litros, pero con una contracción en la facturación que alcanzaría aproximadamente el 1%. Unas cifras que situarían a España como el quinto productor europeo, por detrás de Alemania, Francia, Italia y Reino Unido. La producción española significaba alrededor de un 14% de los 2.172 millones de litros producidos en el cómputo europeo (una facturación superior a los 8.000 millones de euros).
Según los datos de Mercasa, el valor de dicho mercado está cifrado en unos 940 millones de euros. De éstos, no existen estimaciones referentes al canal hostelero, sino sólo a la distribución organizada, donde el los helados individuales constituyen el 52% de todas las ventas en volumen y más del 57% en valor. En España, además, todavía se relaciona la temperatura con la ingesta de helados, por lo que, aunque el sector intenta superar, cada vez más, ese hándicap de estacionalidad, la realidad constata una concentración de consumo de estos productos en primavera y en la época estival. Aunque se percibe un cambio progresivo de hábito con la gradual incorporación del helado a la cesta de la compra de los hogares tal y como se observa con el trasvase de ventas del canal impulso y restauración al canal alimentación. Además, la oferta de los fabricantes tanto con la mejora de la calidad como con la oferta de nuevos sabores ha contribuido a acercar el helado al consumidor y a que éste lo perciba como un postre, un concepto mucho más cercano a la cultura gastronómica española.
Tejido empresarial
En lo que se refiere al tejido industrial, éste está compuesto por unos 25 operadores, integrado por multinacionales y empresas nacionales de diverso tamaño y alcance. Los diez primeros operadores superan el 85% del mercado en valor y en volumen, y el resto de compañías tienen coberturas menores y, en muchos casos, distribuciones locales. Si de lo que hablamos es de heladerías, aparte de las independientes, existen aproximadamente veinte enseñas que operan en forma de cadena franquiciada, y que copan una cifra de casi 500 establecimientos. La facturación de estas marcas supuso el año pasado unos 94 millones de euros, según el último Informe de la Franquicia 2014 de la consultora Tormo Franchise.
Una de las características de las empresas del sector, sean del tamaño que sean, es que la innovación debe ser constante para atender en todo momento las necesidades de la demanda (formatos, recetas, ingredientes, packaging,…) y esto se traduce en un elevado número de desarrollo de novedades cada año en el mercado. Además, dentro del tipo de establecimiento, a la heladería clásica le han ‘crecido los enanos’ en tanto en cuanto que el sector de las heladerías se está viendo seriamente ensombrecido por la proliferación y crecimiento todavía constante de aquellas enseñas especializadas en frozen yogurt, que compiten con el helado defendiendo la premisa de ser más ‘saludable’ que éste.
Las exportaciones de helados alcanzaron en el año 2012 cerca de los 37 millones de litros y en términos de valor los 109 millones de euros. Estas cifras suponen un incremento del 16,8% y del 11,6% en términos de volumen y valor respectivamente con respecto a 2011. Aunque más del 84% de estas exportaciones tienen como destino nuestros socios comunitarios (en particular Italia, Portugal, Francia, Reino Unido, Alemania y Países Bajos), son de destacar los esfuerzos de la industria por llegar a mercados transoceánicos, pese a que la logística de la exportación no es sencilla para la categoría. JRN
