Los españoles gastan una media de 68 euros al año en comprar marcas sostenibles, en un mercado que crece un 7% a pesar de la crisis económica, según el estudio de ‘El Mercado de Marcas Sostenibles en España’, elaborado por la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE y la consultora Nielsen.
Así, estos productos crecieron de forma conjunta el 7% en 2013 frente al año anterior, mientras que el gran consumo se contrajo en ese período el 0,8%, es decir, que registraron un crecimiento nueve veces superior al de las marcas no sostenibles.
Los autores del estudio dibujan el perfil del consumidor de estas marcas como alguien con potencial económico que no desdeña pagar más por productos con etiqueta ecológica o social que accede a un surtido cada vez más amplio, formado sobre todo por marcas de fabricantes. Sus referencias son normalmente premium, incluso hay categorías en las que el precio se multiplica por tres frente a las marcas convencionales, caso del café o de los helados
El comprador de estas marcas pertenece hogar sin hijos y con pocos miembros y de clase media/alta y en total consume este tipo de productos 21 veces al año, según el estudio.
A pesar del enfoque premium, cada vez le es más fácil acceder a este tipo de productos, ya que resultaron un 3,6% más baratos para sus compradores en 2013 y suelen encontrarse asociados a promociones. De hecho, casi la cuarta parte de las ventas de estas marcas, el 23% en concreto, se producen por esta vía, lo que facilita aún más su penetración en los hogares.
Entre los productos top de esta cesta de la compra sostenible tenemos que en dos de cada diez hogares se compra leche con sello ecológico y entres de cada diez, bebidas refrescantes sostenibles y zumos y néctares, la mitad.
Los yogures orgánicos son otro producto estrella de este mercado. Un tercio de los hogares ha comprado un producto de este tipo. Normalmente son familias de uno o dos miembros de clase alta o media alta y sin hijos. Uno de cada diez, además, añade a su cesta pan de molde orgánico también. En el capítulo del vino ecológico, tres de cada diez hogares lo compran con sello ecológico o FSC.