El cocinero sueco Andy Boman, conocido por los amantes de la cocina thai por el que fue su primer proyecto Gingerboy, ha abierto El Flaco en Madrid, un restaurante con una una carta con reminiscencias tailandesas fusionadas con platos internacionales.
Este trotamundos de la cocina, cuyos viajes le han llevado por El Congo, Suiza, Reino Unido, Tailandia, Australia, Israel, Grecia y España, elabora una docena de propuiestas acompañadas por alguna sugerencia del día que sorprenden por sus curiosos nombres, originales mezclas y sabores.
Rollitos vietnamitas vegetarianos, 100% vegetarianos con mango verde y un toque se sésamo; Rollito crujiente de pato Pekín; Satay de pollo, con una salsa de cacahuete casera; Bao de panceta confitada en caldo cantonés; Curry verde de Mar con albahaca thai o un Tataki de salmón con sésamo y salsa ponzu…
Para acompañar esta propuesta gastronómica, El Flaco propone una carta de vinos con especial atención en los rosados y los blancos, además de la cerveza.
El restaurante está dividido en tres zonas con ambientes bien diferenciados y con una gran cocina vista al fondo del local. Un bonito mural con el dibujo de Kaori-Chan, una mujer oriental que nos recuerda hacia dónde vamos o de dónde partimos; las lámpara-wok y los palillos en las mesas nos dan más pistas de lo que allí se cuece; y los manteles de lino y la vajilla dejan claro que está cuidado hasta el más mínimo detalle.