El grupo empresarial La Loca Juana Bar de Vinos, especializado en el mundo de la producción, distribución de productos alimenticios y canal horeca, ha delegado en Alejandro Calvo Sánchez, su director general e ideólogo, la puesta en marcha de su negocio como bar de vinos, que se desarrollará en régimen de franquicia.
El grupo que apuesta por la expansión franquiciada y que ya cuenta con dos establecimientos operados en este régimen de reciente apertura en Madrid (en las calles Palma y Cardenal Cisneros), prevé la activación de 30 puntos de venta para el 2020, año en que esperan dar su salto al mercado internacional.
La Loca Juana es, según Alejandro Sáchez Calvo, la actualización del concepto de Bar de Vinos que tan famoso se hizo en el sur de Europa a principios del siglo pasado. Un re-make que nos devuelve el antiguo perfil del tabernero, que atiende, asesora y a menudo crea vínculos con el cliente, en un entorno moderno con el vino como producto estrella.
Vino de calidad, pero también sidras, vermouths, cervezas, y hasta combinados, acompañados por la tapa de cortesía, una costumbre presente en el este de la provincia de Andalucía como Jaén, Granada y Almería.
La misión de La Loca Juana, según sus fundadores, es la de devolver al antiguo bar de vinos español, su poder de reunión social y su capacidad para ser vehículo de divulgación de la cultura del vino español.
Un franquiciado diferente
Para el grupo La Loca Juana Bar de Vinos, la rentabilidad y sostenibilidad del punto de venta debe ser el pilar del crecimiento de la empresa. Para ello se dotará al franquiciado de las herramientas de gestión, formación y asesoramiento, así como un amplio portafolio de proveedores de primer orden que avalan el proyecto. Servicio cercano, trato personalizado, producto de calidad, vino y actividades culturales son los pilares que junto a los objetivos de sostenibilidad del franquiciado, marcan la diferencia con otros formatos similares presentes en el mercado.
