Pink Lady ha vuelto a posicionarse como la manzana número uno en Europa, donde se han comercializado 170.000 toneladas a pesar de las condiciones climáticas adversas a nivel continental.
A nivel de crecimiento de ventas, en la temporada 2018-2019 han destacado tres mercados: Holanda, que ha experimentado un crecimiento del 15% con 11.000 toneladas, Francia, con un aumento del 14% y 22.500 toneladas y Reino Unido, que ha crecido un 9% con 33.000 toneladas.
En España, Pink Lady se produce de manera sostenible en Lleida y Girona, respetando el ciclo natural de la manzana, ya que es la primera del mercado en florecer (entre finales de marzo y principios de abril) y la última en ser cosechada (entre finales de octubre y principios de noviembre).
En este último ejercicio, el volumen de ventas en el territorio nacional se ha mantenido estable, en torno a las 7.000 toneladas, a pesar de las intensas lluvias que afectaron a la cosecha frutícola nacional. La mayor parte de la Pink Lady recolectada en España se vende en el mercado nacional, y un pequeño porcentaje se exporta a Reino Unido, Israel y Golfo Pérsico.
Pink Lady quiere producir 275.000 toneladas de manzanas en Europa
Desde que llegó a nuestro país, la marca ha ido aumentando su notoriedad paulatinamente. El reconocimiento de la marca es actualmente del 49%, un 9% más que en 2016, y el recuerdo de marca es del 19%, un 36% más que en 2016.
Además, su canal de distribución se ha ampliado gracias a la introducción en algunas de las mayores cadenas de distribución de España y en importantes minoristas regionales.
En este contexto, las fruterías son un target muy relevante para la marca. Así, entre sus planes de futuro se encuentra la próxima apertura de su primera «flagship store» en el territorio nacional.
A nivel corporativo europeo, Pink Lady está trabajando en su estrategia IMAGINE 2025, dirigida a alcanzar un objetivo de 275.000 toneladas producidas en Europa gracias a tres pilares: expansión, aumentando las cuotas de mercado; compromiso, dando respuesta a las expectativas del consumidor; y reputación, incrementando el reconocimiento de la marca
Más allá de la marca, Pink Lady es una asociación de la que forman parte más de 2.600 productores distribuidos entre España, Francia e Italia, y que genera alrededor de 10.000 empleos directos e indirectos. En España, forman parte de ella 52 familias productoras que controlan 81 explotaciones repartidas entre Lleida y Girona.
Los productores de Pink Lady siguen los principios de una producción frutícola integrada. Este modo de cultivo, respetuoso con el medio ambiente y la biodiversidad, combina prácticas convencionales con soluciones naturales, algunas de ellas sin química alguna, o ciertos métodos que se emplean para proteger los huertos.
