El Grupo Alcaravea se viste de largo con la inauguración de su nuevo restaurante en la capital: Olmo, ubicado en el número 5 de la calle Ferraz. Se trata del sexto local del grupo, que ya cuenta con cuatro restaurantes Alcaravea repartidos por Madrid y el restaurante Cuatro de Ocho en la céntrica calle San Mateo.
El restaurante Olmo es una oda a la naturaleza en la que los hermanos del Olmo, propietarios del Grupo Alcaravea, han querido profundizar en sus raíces. De su nuevo restaurante destaca una decoración pensada al detalle y una inmejorable localización en el madrileño barrio de Argüelles.
Restaurante Olmo, un viaje a los orígenes del Grupo Alcaravea
Hace 21 años los hermanos del Olmo (César, Óscar, María y Andrés) abrieron su primer Alcaravea. Desde ese momento, esta familia apasionada del sector de la restauración no ha dejado de trabajar. Con la apertura de Olmo presentan un nuevo concepto gastronómico en el que buscan viajar a sus propias raíces. Por eso, nada más entrar al restaurante, un Olmo centenario da la bienvenida a los comensales. Las ramas del árbol entran y salen por las paredes y el techo de todo el local, consiguiendo que la naturaleza esté presente durante toda la experiencia gastronómica.
Además, el local cuenta con siete salones muy diferentes entre ellos y distribuidos en dos plantas. Olmo ofrece espacios más privados e íntimos, otros con vistas a la cocina, y también amplios salones con capacidad de hasta 30 comensales.
Un establecimiento muy versátil en el que el comensal podrá escoger qué tipo de experiencia quiere vivir mientras degusta la carta de Olmo.
Una carta de vanguardia con toques modernistas
Para los hermanos del Olmo el producto de calidad es clave en la oferta gastronómica de todos sus restaurantes. Y en su nuevo restaurante Olmo, no podía ser menos. Su carta combina excelentes materias primas con productos estacionales.
Para la elaboración de los platos hacen uso de técnicas vanguardistas que aportan un toque moderno, sin dejar de lado la cocina tradicional mediterránea. Entre los platos principales, destacan algunos nombres para los más carnívoros, como el Magret de pato a la naranja o el Chuletón de vaca madurada 45 días.
Para los que prefieran pescado, la carta propone el Bacalao estilo Olmo o el Rape Donostiarra. En cuanto a las propuestas dulces, la carta ofrece postres tradicionales con un toque diferente como el Tocino de cielo, la Tarta de chocolate o el Arroz con leche.
Todos los platos que el comensal puede degustar y disfrutar en Olmo han sido diseñados con cuidado y esmero, y siempre esconden un porqué. Al igual que los cócteles, aperitivos o su carta de vinos, que son seleccionados para potenciar el sabor de los productos y mejorar aún más la experiencia gastronómica del comensal.
