Teniendo en consideración los fundamentos y características que definen el sector de la restauración en la actualidad, contamos con muchas pistas en torno a cuál fue el primer restaurante de la historia y las razones para recibir tan importante mérito.
Así pues, en este artículo daremos un recorrido por los comienzos de la escritura de la historia de los restaurantes, teniendo en cuenta el modo en el que se conciben hoy en día a estos negocios del ámbito de la restauración.
¿Cuál fue el primer restaurante de la historia y cómo surgió?
La noción de qué significa un restaurante en todo el sentido de la palabra se remonta unos cuantos siglos atrás. Un ejemplo de ello se puede observar en la época del Imperio Romano, que contó con tabernas donde servían queso, pan, vino, higos, dátiles y comidas calientes.
Del mismo modo, antes de pensar en crear el primer restaurante de la historia correspondiente a la visión de la actualidad, existieron las thermopolia, cuyo término es de origen griego y su significado alude a ”vender caliente».
Estos eran sitios de comida rápida, que solían ser visitados por gente con pocos recursos. Se caracterizaban por el hecho de que ofrecían la posibilidad de comprar los alimentos listos para comer.
Después surgieron las posadas: unos lugares donde las personas podían hallar cobijo y comida, así como unas tabernas en las que se dedicaban en particular a la venta de licores, aunque en determinadas ocasiones también se podía comprar un poco de comida.
Con respecto a la interrogante acerca de cómo y cuál fue el primer restaurante de la historia, son diversas las ciudades que se atribuyen el hecho de que, estos negocios de restauración, provienen de sus localidades. Aunque hay dos ciudades que sobresalen del resto.
París vs Madrid: La batalla por ser la primera ciudad con restaurante
En lo que concierne sobre cuál fue el primer restaurante de la historia, hay dos ciudades que, desde hace tiempo, se les otorga este honor: París y Madrid. Te damos los motivos.
En el año 1725, en la capital española ya había una casa de comidas que ofrecía servicios muy similares a los de un restaurante. Mientras que París, en 1765, contaba con un local que disponía de más referencias con relación a lo que significa la restauración hoy en día.
Todo apunta que es Madrid quien gana esta batalla, pero recuerda que en París tenía un establecimiento que era lo más parecido a lo que hoy consideramos un restaurante. Entonces, llegados a este punto porque solo puede quedar uno, ¿cuál fue el primero?
¿Dónde está ubicado el primer restaurante del mundo?
Casa Botín, que en la actualidad se conoce con el nombre de Sobrino de Botín, es según lo que expresa el Libro Guinness de los récords, el restaurante más antiguo del mundo que sigue abierto a día de hoy.
Considerado como el primer restaurante de Madrid, este negocio de restauración está ubicado en la calle Cuchilleros, 17, al lado de la Plaza Mayor, siendo fundado por el francés Jean Botín y su mujer en el año 1725.
En sus comienzos, este restaurante tenía el nombre de Hostelería Botín, siendo una posada que ofrecía alojamiento y comida. De este modo, para el momento presente, se le considera el primer restaurante de España y el mundo. Ocupa 4 plantas del Edificio Cuchilleros y se especializan en la cocina tradicional castellana.
Tour d’Argent de París: uno de los primeros restaurantes de la historia
En lo que concierne al primer restaurante de la historia, también es importante mencionar a la Tour d’Argent de París, que se fundó en 1582, siendo una posada en sus inicios, tal como el restaurante español antes mencionado.
El restaurante fue ideado por Mathurin Roze de Chantoiseau, un empresario del sector de la hostelería que se ocupaba de cocinar sopas y otro tipo de recetas que estaban destinadas a restaurar, caracterizándose porque ofrecía a los clientes la posibilidad de sentarse en veladores.
Este puede concebirse como el primer restaurante de la historia en lo que respecta a la concepción moderna de lo que representa uno de estos negocios de restauración, puesto que su funcionamiento era muy similar al de los locales actuales.
Se distinguía por tener una notoria diferencia con los mesones de la época, ya que el diseño de las mesas de este restaurante era muy distinto al que tenían las tabernas que en su caso, solían ser bastante grandes.
Otra de las principales diferencias que hay que resaltar en particular de este restaurante es que los clientes podían elegir entre distintos platos, mientras que en los fondos y mesones no existían estas variedades en el menú.
El invento de Mathurin fue un éxito
Lo que se concibe como el primer restaurante de la historia en ser sofisticado en todo el sentido de la palabra, vino también de la mano y creación de Mathurin. A este recinto se le dio el nombre de La Grande Taverne de Londres, siendo mucho más elegante y destacándose de manera especial porque era un lugar donde se combinaban los 4 fundamentos de la buena mesa.
El restaurante disponía de una hermosa sala y los clientes eran atendidos por camareros que vestían de manera elegante. Contaba además con una cocina de excelente calidad y una bodega selecta.
Por otro lado, en lo que atañe a los orígenes del primer restaurante de la historia, en el local de Será Boulanger, ubicado en la calle Des Poulies de París, esta mujer ofrecía un servicio modesto con mesas individuales. El negocio contaba con diferentes clases de platillos y se tenía en consideración los cambios de estación para diseñarlos. También disponía de horarios para almorzar y cenar.
Antoine Beauvilliers, Conde de Provença, hizo un aporte interesante al mundo de la restauración ya que, además de abrir su restaurante, estableció las normas del arte culinario en su libro “L’art du Cuisinière».
Otras de las contribuciones relevantes en el sector de la restauración lo hizo Jean Anthelme Brillat-Savarin. Savarin fue un cliente que solía acudir de manera frecuente al restaurante de Beauvilliers y sugirió unos requisitos claves para este tipo de negocios. En este sentido, señaló que los restaurantes debían ofrecer sus servicios con amabilidad, tener una cocina superior, decorar el ambiente de manera elegante y contar con una bodega selecta.
¿De dónde proviene la palabra “restaurante”?
El término restaurante proviene de la palabra francesa restaurant. Se cree que se utilizó por primera vez en 1765, con base a una idea concebida por el citado Mathurin Roze de Chantoiseau.
Según otras indagaciones, está palabra fue usada por primera vez en una taberna en la que vendían sopas. Podía observarse este término en la frase escrita en latín «Venite ad me vos qui stomacho laboratis et ego restaurabo vos», que el mesonero Boulanger lo usó eslogan en el muro de la entrada de su negocio. Dicha afirmación significaba en castellano «Venid a mí todos los de estómago cansado que yo os lo restauraré”.
Por otro lado, en el siglo XVIII, el término restaurante se empleó para aludir a la comida que se ofrecía, es decir, un caldo de carne restaurativo. Su uso se fue extendiendo a través de Europa y la palabra pronto comenzó a verse expuesta en diferentes casas de comida de Alemania, Italia y Polonia en el siglo XVIII.
Origen etimológico de la palabra “restaurante”
En lo que concierne al origen etimológico de la palabra restaurante, su composición es la siguiente:
Prefijo «re-«
Su significado es hacia atrás. Se utiliza en palabras como recitar, reparar o representar.
Verbo stare
Se refiere a estar en pie o parar, pudiendo verse empleado en algunos términos como resistencia, restar o estable.
Sufijo «-nte»
Este sufijo quiere decir agente, es decir, aquel que hace la acción, pudiendo observarse en palabras como gerente, tolerante y detergente.
De tal manera, el significado etimológico de la palabra restaurante es el que vuelve a levantar a los caídos de hambre.
El arte de la restauración y la historia de Francia
El arte de la restauración y de la fundación del primer restaurante de la historia, se encuentra muy ligado a la historia de Francia. Esto se debe en particular al hecho de que la Revolución Francesa fue una de las principales causas de que este tipo de negocios se multiplicara a través de este territorio.
En vista de que la proclamación de la República terminó con el empleo de aquellos cocineros que se dedicaban a trabajar para la nobleza, para seguir ejerciendo su profesión, se vieron en la tarea de crear sus propios locales de restauración propios.
Esta fue una de las bases para concebir la imagen moderna de lo que es un restaurante y fundar locales de restauración muy similares a los actuales. Los restaurantes inaugurados en dicha época fueron sitios idóneos para que los liberales pudieran reunirse, puesto que estos evocaban distinción y refinamiento, valores que se siguen conservando hasta el presente.
