Por Antonio Berga, cofundador de Embat.
La tecnología se ha convertido hoy en día en una gran aliada para cualquier empresa. También para los departamentos financieros, que se valen de ella para conseguir objetivos de gran calado como optimizar el working capital, determinar la estructura de capital óptima y dotar a las compañías de los recursos financieros necesarios para acometer proyectos de crecimiento.
Desde la implantación e integración de PMSs para la gestión operativa, CRMs para la gestión comercial o ERPs para la contabilidad, hasta plataformas de pago físicas y en la nube, la tecnología está cambiando sobremanera la manera de gestionar tanto los procesos administrativos como los de mayor valor añadido.
La industria hotelera y de restauración también ha dado pasos decisivos en este sentido, pero quedan retos por afrontar. Entre otros, la gestión de la tesorería, que clama por soluciones más rápidas y eficientes para agilizar la conexión con los bancos, estar al día en la gestión de cobros y gastos y disponer de más tiempo para -por ejemplo -saber si es el momento de poner en marcha proyectos y si se podrán financiar en temporada baja.
En un momento como el actual, la liquidez es una fuente de valor para un sector tan cíclico y expuesto a incertidumbre como el turístico. Su peso cercano al 13% en el PIB y su alta empleabilidad lo convierten en un importante motor de actividad hasta el punto de situar a España en los primeros puestos mundiales por visitantes, en discreta pugna con EEUU y Francia desde hace ya años.
Y es que, aunque se espera que sea en este 2023 cuando la industria sobrepase los niveles precovid de 2019, cuando se registró un récord histórico de 83,7 millones de turistas, lo cierto es que desde hace meses la actividad en general y los hoteles y restaurantes en particular han cogido velocidad para adaptarse a las nuevas tendencias y demandas de un consumidor cada vez más selectivo.
La digitalización de la tesorería para optimizar procesos
La gestión y previsión de la tesorería es, por tanto, un reto constante para el sector en general, por la diversidad y disparidad de cobros y pagos, y para los que trabajan de forma cíclica en particular, por la necesidad de gestionar mejor sus recursos a lo largo del año. Por la sencilla razón de que las empresas bien capitalizadas y con balances saneados tienen una clara ventaja competitiva ante eventuales situaciones adversas.
El cambio de paradigma experimentado en la década de 2010, con el uso masivo de internet, hizo que los hoteleros se empoderaran y priorizasen la venta directa en detrimento de terceros. Y este nuevo modelo mejoró sustancialmente las dinámicas de working capital y aumentó el margen.
Pero, como todo, tiene su contrapartida, ya que son los propios hoteles quienes afrontan el riesgo de incertidumbre del mercado. Y para los equipos financieros se hace imprescindible tener un control en tiempo real de los cobros y pagos que suceden en el negocio y todo lo relacionado con gestionar distintos canales de venta, divisas, reembolsos, cancelaciones, consumos por servicio de habitación, etc.
Llegados a este punto, los equipos financieros se sienten desbordados y buscan tecnologías que les liberen de tareas mecánicas y les permitan tener una visión completa en tiempo real de las posiciones de caja y de deuda. Existen numerosos procesos que los equipos financieros pueden automatizar con herramientas de gestión de tesorería: conectividad con el ERP o sistema contable, visualización centralizada del pool bancario y las transacciones, reporting automatizado, reconciliación bancaria inteligente y previsiones fiables, entre otras.
Con soluciones de gestión de tesorería en tiempo real como la que ofrece Embat, se agiliza la toma de decisiones para adaptar la liquidez a las necesidades del momento, aumenta la capacidad de anticipación y la eficiencia y se permite al equipo financiero centrarse en lo que importa: apoyar el crecimiento del negocio.
A nivel de tesorería, la volatilidad en la demanda puede causar movimientos considerables en las posiciones de caja y de deuda, especialmente si se han seguido estrategias de optimización de working capital durante un periodo sostenido de demanda a la baja. Por eso, una correcta previsión de las necesidades de liquidez para normalizar la actividad operativa resulta crucial para sacar el máximo partido cuando aumenta la demanda.
Picos y valles a lo largo del año
Ello, unido a otro factor inherente al sector como es la estacionalidad, con picos y valles a lo largo del año, hace imprescindible contar con adecuadas herramientas de gestión de la tesorería, para que en temporada alta se tenga un eficiente control diario y en tiempo real de las constantes entradas y salidas de caja y en temporada baja, una previsión pormenorizada de gastos para atender costes fijos e inversiones de mantenimiento y mejora de los establecimientos. En definitiva, hacer los deberes por adelantado y tener a disposición palancas para ajustar la liquidez a medida que transcurre la temporada.
Los retos y oportunidades del sector pasan por un mismo vector: la previsión de liquidez. Automatizar la gestión ayuda a las empresas a disponer de un modelo más centralizado que ofrece una visibilidad completa y en tiempo real de todas las posiciones de caja y de deuda, detectar patrones de comportamiento con los que contribuir al crecimiento del negocio, mejorar y aumentar la seguridad de los cobros, reducir tensiones de liquidez, realizar predicciones de tesorería que ayudan a determinar el personal necesario para operar de forma rentable o a afrontar reformas en temporada baja, ganar eficiencia en los procesos transaccionales u optimizar compras y pagos a proveedores.
Si la tecnología lleva años optimizando el negocio del sector con plataformas de gestión de reservas, metabuscadores, streaming, tours de realidad virtual y otros, … ¿por qué no aplicarla a un departamento tan estratégico y transversal como el financiero?
