Nuts se presenta como la nueva coctelería para bon vivants de Barcelona. Detrás de ella están el interiorista Lázaro Rosa-Violán y el diseñador creativo Josep María Morera, propietarios y artífices de este original espacio situado en la Calle de Muntaner 147.

En Nuts Indulgence Club, el cliente puede disfrutar de una atmósfera única a través de los cinco sentidos, obteniendo una experiencia exagerada, algo pícara y provocadora, pero con mucha clase.
Esto se consigue gracias a la sofisticación visual a través de las texturas, al perfume del ambiente, al sabor de sus cócteles y exquisitas cenas, y a la calidad de la música en directo.
Un concepto de coctelería que conquista Barcelona
Nuts surge de la unión creativa de dos amigos diseñadores, Lázaro Rosa-Violán y Josep María Morera, que buscaban crear un concepto de coctelería único, para todas aquellas personas que valoran los detalles.

Su forma de pensar destaca por ser extravagante y excepcional. Y, bajo estos pilares, han creado una propuesta de calidad sofisticada en un espacio mágico.
De hecho, a través del interiorismo han sabido reflejar parte de las experiencias personales que ha vivido cada uno descubriendo coctelerías por todo el mundo.
Una carta de cócteles y platos de alta calidad
Entre los cócteles que ofrece Nuts destacan el Moscow Mule, con un refuerzo de extracto de jengibre; el Whisky Sour, con toque de caramelo, albahaca o pera; los Gin Tonic con Lichi o Violeta; las dos versiones de Bloody Mary; el Moretti San desarrollado por el maestro Joao Eusebio; y el GinMouth, creado por el mixólogo Sergio Padilla.

En cuanto a la oferta gastronómica, esta se basa en un menú diario customizado y adaptado según la temporada.
Consta de una selección exquisita de productos gourmet de charcutería, ostras y caviar, entre otros.
Además, Nuts colabora con chefs y marcas gourmands para ofrecer a sus comensales la más alta calidad.
Un interiorismo pensado al detalle con elementos históricos

El espacio presenta objetos y elementos históricos de diversos orígenes, como París, Venecia, Carcasona, Ámsterdam o Burdeos. Los chapados de maderas nobles tratadas artesanalmente recuerdan a construcciones de la ciudad de Venecia.
Por otra parte, los terciopelos y pasamanerías delatan su origen histórico parisino. Continuando con las majestuosas cariátides holandesas, las vidrieras originales llegadas de un castillo del sur de Francia y las lámparas de cristal de Murano, que hacen que el espacio transporte al cliente a un ambiente atemporal, único y auténtico.