The Egg Lab abre las puertas de su tercer local en Barcelona, dando así un importante paso en su plan de expansión.
La marca de restauración ha revolucionado el mundo del desayuno y el brunch con una propuesta gastronómica única y rompedora, y ahora, ha inaugurado un nuevo establecimiento en pleno corazón del Born, ubicado en la calle Lluís el Piadós, 2.
La marca de brunch aterriza en una de las zonas insignia de la ciudad con un local que tiene una superficie de 76 metros cuadrados y capacidad para albergar a 70 comensales.
Además, el nuevo establecimiento ha generado 14 nuevos puestos de trabajo y cuenta con un espacioso comedor y una amplia terraza donde disfrutar de su universo único.
The Egg Lab trae a su nuevo espacio una propuesta donde la innovación y la tradición se unen una vez más para crear platos con una calidad y una personalidad excepcional.
Su oferta gastronómica propone una carta corta e itinerante que juega con las estaciones y tiene como principal protagonista el producto fresco, que proviene siempre de proveedores km 0.
Además, con motivo de la nueva apertura, el establecimiento está llevando a cabo la renovación de su carta para ofrecer una propuesta viva.
La nueva propuesta de The Egg Lab mantiene la esencia del restaurante en algunos de sus platos más emblemáticos como los Alaska Royale Eggs Benedict o los Sweet Apple Pancakes. Sin embargo, destacan también las nuevas creaciones, como los Kimchi Pancakes, el Seasonal Avo Toast, o el delicioso Matcha Roll.
La carta de bebidas también incluye una propuesta variada y única para acompañar los nuevos platos. Entre las preparaciones para esta temporada destacan el Matcha & lichi iced latte, la limonada de guayaba o el Pisco Sour, elaboraciones que prometen convertirse en el placer preferido de la clientela.
The Egg Lab ofrece una experiencia de brunch única
The Egg Lab se caracteriza por ofrecer un concepto de brunch diferente y el interiorismo de su local no podía transmitir otra idea. En este caso, el estudio Pichiglas ha trabajado una estética que rompe con el diseño y los elementos tradicionales de un brunch.
El nuevo establecimiento sigue un estilo retrofuturista que huye de los colores monocromáticos, apostando por una amplia gama de verdes como el kaki, el menta o el pistacho. Además, el diseño ha integrado todo tipo de mobiliario, desde sillas de oficina de estilo inglés barroco hasta taburetes a medida o un sofá semicircular, elementos que conviven en armonía en todos los espacios del local. El carácter propio del nuevo establecimiento puede percibirse además a través de algunos detalles únicos y de lo más originales como sus lámparas, que han sido diseñadas ad hoc por los interioristas y diseñadores de Pichiglas.
Como en sus otros dos establecimientos, el nuevo local de The Egg Lab busca integrarse en el barrio en el que aterriza queriendo formar parte de él y de su comunidad. El nuevo espacio busca poner en valor la belleza de la ciudad comprometiéndose a conservarla.