Uno de los casos más ejemplares de Andalucía es el colegio público Gómez Moreno, de Granada cuyo comedor desde 2002 es dirigido por los padres de los alumnos y donde se han implantado menús escolares basados en alimentos ecológicos de proximidad.
Retrasos en pagos y recortes en asignaciones están llevando a este colegio, como a otros, a serios problemas de continuidad en su labor docente-gastronómica-nutricional, temiéndose que al final se externalice dicha actividad.