La cadena de churrascarías BrasayLeña ha incrementado su plantilla un 10% en los últimos doce meses. En la actualidad, trabajan en la red de restaurantes más de 450 personas, y la compañía prevé cerrar el ejercicio con número cercano a los 550 empleados.
“Con cada nuevo restaurante inaugurado, afirma Paz Serrano, directora de Expansión y Franquicias de la cadena, incorporamos una media de 20 nuevos empleados, de los que entre un 5% y un 10% provienen de la Fundación La Merced Migraciones, o de alguna de las asociaciones de la Red Incorpora, de la Obra Social de La Caixa. En ellas se agrupan entidades centradas en facilitar el acceso a personas y colectivos en riesgo de exclusión social, y con amplias dificultades para acceder al mercado laboral español.
Concretamente, la Fundación La Merced Migraciones se dedica al apoyo a personas migrantes especialmente vulnerables, como refugiados, desplazados o huidos de su país por alguna razón. Otros colectivos con presencia en BrasayLeña van desde trabajadores con alguna discapacidad tanto física como mental, mujeres víctimas de violencia doméstica o jóvenes con dificultades para acceder a su primer empleo.
El perfil profesional que más ha crecido en la compañía es el de camareros, con un 70% y cocineros, con un 30%. Para estos profesionales, la compañía cuenta además con un plan deformación que les ayuda a adaptarse en un breve espacio de tiempo a los métodos de trabajo de la red. Simultáneamente, esta formación permite homogeneizar el nivel de atención al cliente en todos los establecimientos de la cadena, una de las prioridades de la compañía.
BrasayLeña cuenta en la actualidad con un total de 23 establecimientos de los que el 55% son en propiedad y el 45% restante son franquicias. La compañía facturó en 2015, la cifra de de 18 M€ y prevé alcanzar las 40 unidades en el plazo de tres años, consolidando su primera posición en el ranking europeo de cadenas especializadas en restauración brasileña.
