Aún así, según muestran los datos de NPD, España continúa siendo uno de los países en los que más se sale a comer fuera.
El problema del descenso de las visitas ha sido una constante a lo largo del año, aunque sin embargo el consumidor ha aumentado progresivamente su gasto en la restauración comercial, lo que ha suavizado la caída de las ventas del sector.
De 2006 a 2010, se perdieron también una media de 40 visitas por persona al año. O en otros términos, los españoles hemos recortado algo menos de una visita semanal con lo que la restauración española ha pasado de aumentar sus ventas un 2% a ceder un -2% en el último ejercicio.