Con esta medida, las autoridades esperan luchar contra la obesidad infantil, que dentro de una década afectará a un millón de niños en el Reino Unido.
Para aprobar, después de cursar la nueva asignatura, los alumnos deberán poder cocinar al menos ocho platos, cuya elección van a decidir en votación los ciudadanos. Aunque los ingredientes corren a cargo de los padres, el gobierno se ha comprometido a poner en marcha una ayuda anual de cuatro millones de euros para subvencionar los alimentos a las familias con menos recursos.
No al fast food
En un orden similar de cosas, el gobierno británico también ha emprendido una campaña para limitar la proliferación de restaurantes de comida rápida, sobre todo en las proximidades de parques y escuelas. El año pasado, el gobierno ya restringió la publicidad de alimentos y bebidas para niños y lanzó un plan para mejorar los menús de veinte mil escuelas; Ahora, el departamento de Salud quiere profundizar en esta idea y una de las intenciones del gobierno es transformar barrios y ciudades enteras en “pueblos saludables”, con carriles para el uso de bicicleta, abundancia de parques para hacer ejercicio y unas costumbres alimenticias más saludables. Dentro de esta planificación urbana, entraría la limitación para la apertura de restaurantes de comida rápida como McDonald’s, Burger King o Kentucky Fried Chicken. l RN
