De hecho, la restauración es una de las bazas más importantes con la que juegan este tipo de parques. En concreto, es el caso europeo de Disneyland Paris, en el que no está estimado el porcentaje de las ventas que representa la comida pero sí está claro que se cuida de manera especial tanto en variedad como desde el punto de vista de la formación de los empleados.
El año pasado, los 68 restaurantes de este parque temático recibieron alrededor de quince millones de visitantes y en ellos se sirvieron más de treinta millones de comidas (entre 80.000 y 150.000 comidas al día) que, habida cuenta de la afluencia de público, debían ofrecer las suficientes alternativas en cuanto, también, a precio. Así pues, la restauración de Disneyland París está estructurada en tres grandes categorías: fast food, buffet y servicio de mesas.
La gama más lucrativa en cuanto a ingresos es la del fast food, que significa aproximadamente un 60% de las ventas en comida que se obtienen en el parque. Este grupo de restaurantes está compuesto por treinta establecimientos que abarcan todos los tipos de restauración de servicio rápido, como pueden ser burgers, pizzerías, o incluso ciertos puntos en los que el cliente come en el parque, no en un local en concreto. Todo ello por un ticket medio que oscila entre los diez euros de los adultos y los seis que pagan los niños.
En un nivel intermedio de precios se encuentran los buffets, que implican un ticket medio de alrededor de veinte euros; y después puede optarse también por la restauración de servicio de mesas en los que el precio se eleva un poco más y de los que el local estrella es el restaurante L’Auberge de Cendrillon que, con una capacidad para 230 comensales, ofrece la posibilidad a grandes y pequeños de, amén de degustar una buena comida, hacerlo en compañía de las princesas Disney.
Todos los platos que se elaboran dentro de los establecimientos de restauración del parque son completados y desarrollados dentro de los mismos, aunque las bases se ponen fuera: en una cocina central que el parque comparte con los restaurantes del Grupo Flo (Hippopotamus, Bistro Romain).
Formación del staff
Para mantener el correcto funcionamiento de sus servicios de restauración, Disneyland París cuenta con más de 2.000 profesionales que se dedican a ellos. El 90% está formado por profesionales que trabajan 28 horas a la semana, y jóvenes europeos que se albergan en las residencias que se encuentran dentro del propio parque. A todos ellos, la dirección del recinto les brinda la posibilidad de adscribirse a sus programas de formación destinados a consolidar una carrera dentro del universo Disney.
Por una parte, dentro de lo que se conoce como programa HAT, la empresa brinda la oportunidad de que un contrato temporal pase a indefinido, llevando a cabo quince meses de formación por los que el aspirante recibe enseñanzas en torno a tres áreas de actividad: información a clientes, fast food y ventas. Pasado este tiempo, es evaluado por una comisión externa y, si supera dicha evaluación, obtiene un diploma –con validez estatal- por el que puede decidir en cuál de dichas áreas desempeñará su labor profesional de forma, ya indefinida.
Pero también puede ir un paso más allá. Decantarse por continuar con un segundo proceso de formación, esta vez de 18 meses, durante los que, en ese tiempo, se le especializa en tareas de mayor responsabilidad dentro de la restauración, la atención al cliente o las ventas. Es lo que se conoce HAT Spe.
En último lugar, dentro del segmento específico de la restauración, la empresa ha desarrollado la formación llamada Team Leader, encaminada a la especialización dentro de la gestión de equipos, tarea clave para una empresa que en su país está considerada como el cuarto destino turístico galo. l RN
