¿Como vender nuestra franquicia de restauración?

Hay una duda que en algún momento ronda la cabeza de todo emprendedor en el sector de la restauración a la hora de abrir las puertas de su nuevo restaurante. ¿Entro a formar parte de una marca como franquiciado o monto mi propio restaurante con mi propia marca?
Existen diferentes formas de enfocar el dilema. Pongamos en la mente del emprendedor tareas que deberían realizar muchos departamentos de expansión de las marcas y que en la mayoría de los casos la pasan por alto.
¿Qué busca el emprendedor en una franquicia? Esta claro, o al menos eso dicen la mayoría de responsables de departamentos de expansión del sector, que el famoso Know How o saber hacer. Pero dentro de ese Know how, ¿A que aspectos le da más importancia el emprendedor? La marca, la rentabilidad que ofrecen sus cuentas de explotación, la variedad en los servicios desde la central a los locales, o una larga lista que podríamos extender hasta el infinito.
Hay que ser concientes que cada emprendedor tiene unas “circunstancias personales” que en la mayoría de los casos pueden hacer decidirse entre una enseña a franquiciar o bien por la independencia de su negocio. Por lo que es aconsejable analizar el emprendedor para conocer sus necesidades y ofrecerle una franquicia a su medida.
Una forma de clasificación del emprendedor, de cara a su visión del negocio puede ser la siguiente: Por un lado, el emprendedor que hace la inversión en búsqueda de una rentabilidad con independencia del sector al que se dedique, y que puede o no, fijarse en un restaurante como negocio y que en la mayoría de los casos no estará al frente del establecimiento; o bien un emprendedor que proviene y conoce el sector de la restauración y que quiere abrir las puertas de un restaurante y está barajando las posibilidad de convertirse en el franquiciado de una marca.
Continuando con esta clasificación, el primero buscara un modelo de negocio que le ofrezca una mayor rentabilidad, con un proceso de producción muy automatizado, con una central que ofrezca un índice de servicios elevados, dándole al tamaño de la inversión una importancia reducida.
El segundo, buscara más la necesidad de un asesoramiento inicial, el establecimiento de unos canones y royalties bajos, una inversión baja y un cierto margen de maniobra a la hora de dirigir el restaurante, ya que será el propio emprendedor el que esté al frente del negocio.
De está clasificación podemos obtener la lectura para definir el target de nuestra franquicia, pero al igual que hemos diferenciado en cuanto a inversor ó emprendedor (clasificación muy útil para este sector) podemos hacerlo de tantas maneras como veamos para definir, de la mejor forma posible, a nuestros futuros franquiciados, diseñando así unas tácticas de marketing a la medida de estos posibles franquiciados.l