Los unos, para conocer la evolución de la oferta; los otros, para dar soluciones a la demanda.
Vigo es y será capital internacional de la conserva; pero también del congelado. Ambos sectores mediatizados por las políticas pesqueras, medioambientales y, cómo no, comerciales. Los conserveros han sabido adaptarse a las nuevas corrientes de la demanda y mediante grandes dosis, no sin esfuerzos, de I+D+I, ahí están.
Los elaboradores y distribuidores de congelados sin tanta tradición e historia, han sabido beber en las fuentes de sus colegas y, también mediante las aplicaciones tecnológicas, estar a la altura de lo que la economía y la sociedad le piden. Y en un plazo de apenas veinte años han posicionado a Conxemar como plataforma mundial de contratación.
A la ciudad y al sector se lo agradecemos, hay casos en los que, unas y otros se han metido en tales jardines que, nos han permitido ser testigos de cómo policy-makers se han metido a feriantes, mientras que a estos les crecían los enanos. Resultado: al ridículo mediante la confusión.
Buena feria y mejores negocios. Nuestros lectores y anunciantes lo agradecerán. Porque nuestro anual número dedicado a los congelados en foodservice, que tienen en sus manos, se enriquece con eventos como Conxemar.