Shi Zhen Ling llegó a Madrid con su familia cuando tenía dieciséis años. Mientras su padre se empleaba en el supermercado de productos asiáticos Iberochina, él compaginaba sus estudios de castellano con diversos trabajos relacionados con la restauración. Y no siempre en lo más alto del escalafón, pues comenzó como friegaplatos en un restaurante. Fue creciendo, y, más adelante, se empleó y en sala y en barra en el restaurante asiático Chinatown de Madrid.
Tras su paso por Tse-Yang, en el hotel Villamagna de Madrid, y Café Saigón, también en la capital, Shi Zhen Ling consideró que había llegado el momento de aventurarse como empresario. Fruto de ello fue el restaurante Sake (2000), que abrió en el número 14 de la calle Arte de Madrid junto con Yu Pin Wan (ya fallecido), que fue jefe de cocina del grupo Tao y era oriundo de la misma ciudad que él, una pequeña localidad cercana a Taiwan.
Decorado con maderas naturales, Sake, con un ticket medio de 33 euros, se fundamenta en los platos japoneses, aunque no falta especialidades chinas y tailandesas y la mayoría de los platos se hacen al vapor. El restaurante destaca por su selección de sushi y sashimi, por sus fritos de tempura, y por platos originales en donde se mezclan las gambas con ingredientes como el salmón o la calabaza. El plato estrella de Sake, el bogavante crujiente, se complementa con pescados, pollo o ternera, que se elaboran a la plancha, y con postres como la brocheta de fruta caramelizada.
Ya en solitario, Shi Zhen Ling abrió, en el número 289 de la madrileña calle de Príncipe de Vergara, el restaurante Thainip. Sucedía en 2002. La cocina de este restaurante, representativa de las cocinas tailandesa, china y japonesa, ofrece un plato único: lenguas de pato a la cazuela, que se elaboran con jengibre, ajo, cebolleta, anís y soja. Esta receta es considerada un lujo en china y sólo se toma en determinadas épocas del año.
La carta de este local, con capacidad para setenta comensales, y una decoración minimalista, con mobiliario traído de China, se completa con especialidades como los langostinos con lima y coco lemon glass, ensalada Pai Tin, de tomate, calamar cocido y base de salsa tailandesa, los sushi y sashimis variados, el pato Thai Pan y postres como los rollitos de hojaldre y chocolate al estilo Thai.
‘Singha’, su último proyecto
El restaurante Singha, inaugurado en la calle Rosa de Silva 14 en julio de 2005 es, hasta el momento, el último proyecto de este joven empresario. Con una decoración en la que predominan los ocres y marrones, que simbolizan uno de los cuatro elementos de la naturaleza: la tierra, además de reproducciones de cuadros y una escultura de una enorme mano sujetado el techo, este restaurante está habilitado para cien personas repartidas en dos plantas. Incluye un reservado para ocho comensales y cuatro salas separadas con telas orientales con una aforo total de cuarenta cubiertos.
Además de por los cócteles, como el Kirsch Royal, Singha o Whisky Sawer, el local es conocido por sus entremeses Singha (Jin Tai o bolsitas de oro, rollitos de langostinos, ensalada de la casa, rollitos con curry y dim sum variados), los California Maki Roll, con auténtica mayonesa asiática, y, sobre todo, por la lubina al horno envuelta en hoja de bambú, con lemon grass, lima, salsa de pescado y curry. Las propuestas de cocina japonesa se concretan en sushis vegetales: con fruta, de salmón o atún rojo; así como por sus sashimis, como el de cola de langosta, y los teppanyakis de anguila, vieira y sepia. El precio medio de este restaurantes es de treinta euros por persona.
Los restaurantes de Shi Zhen Ling son apreciados por su buena relación calidad y precio y por sus materias primas. Ling cree, además, que sus restaurantes se diferencian por el sabor, que él, aunque dice que cada maestrillo tiene su librillo, considera único. En cuanto al concepto que reflejan sus restaurantes, Ling se refiere a ello como cocina fusión, “que es la que se hace en los asiáticos españoles”. No obstante, y por encargo, para algunos de los clientes más fieles a sus establecimientos prepara en ocasiones una de las especialidades de su ciudad natal, la tortuga. Un delicatessen que necesita muchas horas de elaboración y que sólo es apta para los paladares más puristas.
Nuevos proyectos
Con tres restaurantes en la capital de España, y en espera de encontrar un local apropiado para abrir un cuarto, Shi Zhen Ling, ha puesto los ojos en el sur de España, concretamente en Cádiz. Ling está a punto de cerrar un acuerdo para abrir un restaurante de dos mil metros cuadrados en el barrio residencial de Sancti Petri, en la localidad de Chiclana. Restaurante que abrirá con socios españoles. ¿Y por qué en esta provincia? “Porque creo que tiene mucho futuro abrir restaurantes orientales en la zona de Cádiz. “He visto que allí no hay y me interesa probar. Si Cádiz funcionase me gustaría abrir más por la zona de la costa. Por el contrario, en Madrid hay mucha competencia y es muy difícil”, declara Shi Zhen Ling. l
