¿El secreto? ofrecer un servicio completo, en casi cualquier parte, sin importar el número de comensales o en las condiciones en que se deban hacer cargo de los mismos.
En la actualidad, el staff de Dega Catering se compone de más de doscientos profesionales acostumbrados a servir cenas en un sitio y el desayuno en un emplazamiento completamente distinto. A montar carpas y cocinas móviles en lapsos de tiempo muy cortos y desmontarlas después a fin de que parezca que nunca han existido. Acompañan a los artistas y sus troupes en sus giras por todo el mundo; a los chicos de la WWE (Pressing Catch en España) en sus espectáculos y son los encargados de que todos coman, no sólo bien, sino como en casa.
Una de las bazas con las que cuenta la compañía –amén de su equipo de cocineros, los encargados de dar forma a los platos que luego degustarán las estrellas-, es la cocina móvil de la marca, que aparece cada mañana en el emplazamiento que sea preciso y desaparece después de la cena al terminar cada jornada. Desde la firma admiten que “acostumbrados a la vida dura e itinerante, nos cuidamos mucho de que esto sea así. El cliente nunca lo notará. Lo único que notará es que nunca estará hambriento. Podemos viajar en el mismo convoy –camión- que ellos o usar nuestro moderno y limpio trailer-cocina. Tenemos incluso un camión más pequeño que se puede llevar adherido a un autobús, para toures de tamaño más reducido. Hacemos todo el trabajo y el cliente come mejor que en cualquier otra gira. Lo único que tiene que decirnos es lo que necesita y nosotros hacemos el resto”.
Grupos pequeños
A pesar de que desde la compañía se asegura que puede hacerse frente a tours de cualquier tamaño: desde los más nutridos hasta los más pequeños, es precisamente en estos últimos donde los componentes pueden llegar a ser más afortunados, puesto que si el grupo está compuesto por diez o menos personas, Dega les provee de un servicio especial de chef ‘personal’ que se ocupa tanto de las necesidades nutricionales especiales: alergias, dietas, celiacos… así como de elaborar platos provenientes de cocinas más exóticas. Un aspecto que, perteneciendo a una troupe más multitudinaria no sería posible.
Desde Dega explican que esto “no significa pertenecer a una elite u ostentación, sino un ejemplo de buena nutrición: deliciosa y confortable para un acontecimiento único”.
El servicio es integral e intenta romper con las ideas preestablecidas que existen al respecto de las empresas de catering que acompañan a las estrellas en sus tours. Una de estas es la de la rutina: manteles blancos y falta de imaginación, explican desde la compañía. En realidad, todo lo contrario: ellos prefieren apostar por el color y por crear una estancia en la que el cliente sienta que se recrea el ambiente de su hogar, ya que lo que también aportan es el mobiliario: sillas, mesas… en definitiva todo lo que les facilite su misión.
“En realidad, cuando la gente entra en un ambiente creado por nosotros siempre es capaz de decir que Dega ha estado allí. No sólo es el mobiliario: nuestra comida es bonita y nuestro servicio extraordinario. Escuchamos y damos respuesta a lo que se nos pide y pasamos a ser parte de la gira, no sólo sirviendo la mejor comida, sino la comida que el usuario desea”.
Uno de los ejemplos más importantes de esto es el del café. Es la primera parada importante, todas las mañanas. La firma se ocupa de que esté disponible el mejor café orgánico, así como más de cien variedades distintas de té o zumos que parecen decir “pruébame; no dejes pasar un día sin hacerlo”.
El dinero de ‘mamá’
Después de una trayectoria de veinte años, especializada, sobre todo en grupos de Rock y giras musicales (por ejemplo Star Wars en concierto), tal y como manifiestan desde el propio grupo se hace “muy difícil encontrar a alguien que no opine que no son los mejores en su trabajo”. Una de las variables que se han convertido en punto fuerte es la gestión del presupuesto del usuario.
El equipo que Dega pone a disposición de cada grupo está familiarizado con los presupuestos de los grupos o troupes que los contratan y añaden a dichos equipos recursos que pasan por el conocimiento y asistencia en las distintas localidades americanas donde el espectáculo vaya a estar. “Ellos sólo tienen que manifestar que desean o qué quieren adquirir (o no) y con qué presupuesto se cuenta. Después, nuestros chefs se encargarán de gastar su dinero (en la compra de los alimentos), cuidándolo como si se tratara del dinero de su propia madre… el cliente puede estar seguro de que nadie le ‘sisará’ cuando no mire”.
