La innovación en este sector ha impulsado su crecimiento. El gran abanico de variedad de pan que los restaurantes de alta gama han incorporado a sus cartas, alientan al cliente a familiarizarse con nuevos tipos más saludables y atractivos, superando el falso mito de que engordan.
La otra cara de la moneda que nos presentan los datos del sector, es el claro descenso en la venta de bollería, que reduce la facturación en un 5%. Las panaderías sienten el lastre de este mercado, impulsado por nuevas leyes de seguridad en la nutrición de los niños y el auge de la comida sana.