Por otra parte, en Cataluña, según un estudio encargado por la Agencia de Residuos de Cataluña, los restauradores despilfarran un 7% de los alimentos. Teniendo en cuenta ese dato y trasladándolo a un establecimiento de restauración que sirva raciones de 800 gramos, este necesita adquirir, 1,2 kilos por ración, de los que se desaprovechan unos 84 gramos. El informe estima que un restaurante que sirve 120 comidas diarias, derrocha de 10 a 31 kilos diarios. Esto supone desaprovechar entre 3.000 a 9.200 kilos al año.
Ante esta situación, los responsables de la guía recomiendan a hoteleros y restauradores catalanes realizar una auditoría del despilfarro. En ella deben identificarse los fallos en la gestión y almacenaje de alimentos. Al mismo tiempo, aconsejan planificar de manera eficiente las compras teniendo en cuenta diferentes factores como: perfil de clientes, huelgas, obras públicas próximas, o simplemente, meteorología. Así como optimizar el espacio: disponer del mínimo de existencias posible que asegure el servicio y limitar al máximo la estancia de productos en el almacén.
