A ello, también contribuye la profusión de plantas que la rodean, así como los toldos-pérgola. Todo un clásico actualizado del que además se puede disfrutar durante todo el estío porque El Telégrafo no cierra.
Para aquellos que prefieran un espacio semi-abierto, El Telégrafo cuentan con una terraza cubierta con vistas a la calle, perfectamente acondicionada y habilitada para poder ser utilizada en cualquier época del año. Aquí las paredes de madera con detalles marineros se alternan con la vegetación.