Por una parte, los restaurantes más lujosos abrirán sus puertas a públicos con menor poder adquisitivo; por otra, las calles de la ciudad serán escenario de todo tipo de experiencias culinarias: fiestas de cangrejo, concursos de preparación de sandwiches o cursos de cocina dirigidos por los grandes chefs del país.
Este festival es un ejemplo del momento de efervescencia que está viviendo la restauración en Copenhague. Por ejemplo, ahora se han puesto de moda las micro cervecerías, pequeñas fábricas de cerveza, que reivindican los procesos artesanales y la calidad.