Estas ciudades son: Dijon, que se tematizará en el vino con instalaciones de 26.000 metros cuadrados y una inversión de 54 millones de euros; Lyon, que ha elegido especializarse en los temas de nutrición y salud; Paris-Rungis, que potenciará su oferta en alimentos frescos; y, finalmente, Tours, que lo ha hecho en docencia, donde se creará una universidad de ciencias humanas y de la cultura de la alimentación.
El coste se financiará con recursos públicos y privados y se exige una coordinación de actuaciones entre las cuatro capitales, a partir del 2017.