Pero Adolfo no sólo supo destacar en un panorama gastronómico que parecía plano; sino que aprendió a rehacerse. Hace unos años inauguró Adolfo Colección 1924, el primer gastrobar que veía la luz en el casco antiguo de la hermosa capital manchega, un espacio con cocina de autor a precios más que asequibles, una opción económica para probar una muestra de la cocina de Adolfo. Su decoración, obra de Julita, la mujer y cómplice de Adolfo, posee vigas originales que datan de 1024 en un escenario que mezcla lo industrial con el blanco y la piedra en dos plantas, más una para servicios, en las que pueden comer unos 70 comensales por un precio que no supera los 25 euros. Frente a la cocina vista, donde funciona sobre todo el envasado al vacío y el ronner, hay una mesa alta que nos permite observar cómo se elaboran los platos.
Con la misma filosofía, se abre Colección Perdiz en la calle Reyes Católicos y ahora, este concepto de cocina rápida, sana, económica y basada en las recetas de siempre pretende convertirse en un concepto internacional. El Grupo Adolfo planea implantar este proyecto en Washington y en Delhi, pero con una fórmula inteligente. “Para llevar a cabo una gastronomía y una economía coherentes hay que estudiar los productos locales, hay que gastar dinero en el país en el que inviertes, no puedes llegar, ganar y llevártelo todo”, nos explica Javier, uno de los hijos de Adolfo y un personaje dotado de una visión empresarial admirable. Para Javier, España debe competir en el mundo de la hostelería a nivel mundial “España es vanguardia en España, pero carece de formación para competir en grandes hoteles del mundo. Esto ha mejorado algo en los últimos diez años, pero necesitamos algo más de formación, ya que tenemos la capacidad de la espontaneidad y de la improvisación”.
A esta expansión de Adolfo Colección se suma una remodelación y ampliación del famoso restaurante de alta cocina de autor, Adolfo. Su escenario ha sido rediseñado en tonos rojo inglés, con cuadros modernos, cuartos de baño que recuerdan a un SPA de lujo, y toques barrocos con enormes e impresionantes lámparas de cristal con reflejos malvas. Las plantas de arriba han sido adquiridas para convertirse en nueve apartamentos, – seis de un dormitorio y tres de dos dormitorios-. La última planta, la de la terraza, inaugura en mayo su espacio más reciente, una terraza de sobremesa que permanecerá abierta todo el día con servicio exclusivo, ideal para tomar un gin tonic elaborado y disfrutar de unas vistas inigualables.
JMaría Forcada
