Casi a 2.700 comensales de cero a seis años atienden en los centros infantiles Chiqui Tín a diario. Este público tan peculiar requiere un estricto control alimentario, máxima seguridad, y un personal altamente cualificado que ayude a comer, eduque en hábitos alimentarios e higiénicos… y ¡evite que se monte el guirigay!
En los cuarenta centros Chiqui Tín (32 de ellos, franquiciados) el 75% de los niños que allí aprenden realiza alguna comida. Al desayuno, antes de las nueve de la mañana, suele acudir sólo un 10% de los alumnos, si bien la mayoría de estos (2.700) come e incluso merienda en el centro infantil, mientras los educadores tratan de enseñar a comer a los pequeños e inculcarles hábitos de higiene básicos.
En los ocho centros propios, Chiqui Tín mantiene un acuerdo con una compañíaa de restauración social que proporciona el personal y gestiona la cocina. Algunos franquiciados trabajan con esta misma empresa y otros no. Lo que sí es común a todos ellos es el disponer de cocina en el propio centro, por los motivos que expone Mª Luz Gómez, directora de operaciones de Chiqui Tín: “A los padres les da más confianza y además se puede controlar mejor si hay que hacer un menú especial (y puntual) a algún niño porque la noche anterior haya tenido fiebre, indigestión, diarrea,…”.
Y a pesar de que los menús de los franquiciados no coinciden en su composición totalmente con los que marca la central, sí lo hacen en cuanto a nutrientes y valores calóricos. “Les mandamos mensualmente los menús y además los colgamos en nuestra web. No obstante ellos pueden trabajar con empresas de cocina que tienen sus propios nutricionistas”, explica Gómez.
Diseñado por expertos
Estos menús son confeccionados por un departamento dietético que distingue por edades entre la dieta de bebés y la de los más mayores. Su contenido: proteinas (10-15%), lípidos (30-40%), carbohidratos (50-55%). Las raciones se calculan teniendo en cuenta las necesidades energéticas de los niños por edades, siendo conscientes de que “una dieta saludable debe ser variada consumiendo todos los días alimentos de todos los grupos en el porcentaje adecuado”. De acuerdo con Gómez, “todos los menús deben aportar el 35% de las necesidades calóricas y nutritivas diarias en las comidas, el 20% en las cenas, el 20% en los desayunos, 15% en las meriendas y 10% en los almuerzos.
Al mediodía, constan de tres platos. En los primeros se incluyen legumbres, pasta, arroces, verduras, sopa y patatas; en los segundos, carnes, aves, pescados y tortillas; y en los postres, yogures, natillas, flanes y frutas. Los alimentos se van introduciendo paulatinamente a medida que el niño va creciendo, y al tiempo que se les enseña a comer, tanto en el colegio como en casa, como explica la directiva de la enseña: “Hay que acostumbrar a los niños a alimentarse siguiendo una dieta saludable y equilibrada y así evitaremos la obesidad. Debemos contar además con la colaboración de los padres. A ellos se les envía el menú que sus hijos tendrán cada mes y esto les sirve para programar las cenas”. (www.escuelachiquitin.com) .
Para los expertos, no hay suficientes vegetales en los comedores escolares
En los comedores de los colegios hay una presencia insuficiente de frutas, verduras y legumbres, así como pescado; en tanto que la ingestión de carne es elevada. Es la conclusión a la que llega un reciente estudio de la Sociedad española de dietética y ciencias de la alimentación (Sedca) y la Asociación española de pediatría (AEP).
Durante el curso 2005/ 06 se investigó este tema en treinta y tres colegios españoles, con una población de 23.205, de los cuales 12.754 son usuarios del comedor escolar. La media de ingestión de fruta en estos centros es de 3,4 veces semanales, existiendo grandes diferencias entre colegios. En cuanto a la verdura, la media se sitúa en dos veces por semana (contando tanto guarnición como plato principal). Por su parte, las legumbres se consumen 1,4 veces por semana, y el pescado en 1,3 ocasiones.
“La encuesta nacional de comedores escolares” pone de relieve además, que en pocas Comunidades autónomas atender a las dietas especiales por causas médicas es obligatorio, así como el aumento en la demanda del servicio de comedor escolar en los últimos años, puesto que se ha convertido en un recurso decisivo para la conciliación de la vida familiar y laboral.
Estas organizaciones acaban de publicar además el libro blanco de la alimentación escolar. La obra, editada por McGraw Hill y coordinada por Jesús Román Martínez Álvarez e Isabel Polanco Allué, está dirigida a todos aquellos con responsabilidad e interés en el tema escolar. (www.nutricion.org) l
