Sus más de 1.300 millones de habitantes hacen de China el país más poblado de la tierra. Si a eso le añadimos que a lo largo de los últimos años crece a un ritmo del 9% anual y se encuentra inmersa en un proceso de apertura de su economía y cambio dentro de sus hábitos de consumo, China se ha convertido en el caldo de cultivo más propicio para las empresas de restauración. Casi todas ellas contemplan el país dentro de sus planes de expansión internacional. Quien más y quién menos, casi todos buscan la manera de hacerse un hueco dentro de ese mercado.
Dicen desde la vertiente de oficinas comerciales en el extranjero del ICEX que, en general, las oportunidades de inversión dentro del mercado chino pasan por mantener una presencia estable en el mercado, lo que hace precisa una inversión, por lo menos desde el punto de vista comercial. La implantación productiva para aprovechar las ventajas comparativas que ofrece China, supone muchas veces inversiones cuantiosas y una estrategia a largo plazo que, en ocasiones, resultan difíciles para empresas de la dimensión media de las españolas. Después de esto, sectores tales como proceso de alimentos, determinados productos de consumo, componentes de automoción, medio ambiente, materiales de construcción, química fina, turismo y ocio, presentan buenas perspectivas de demanda. Así, por el papel que juega dentro de lo que se entiende como ocio, también la hostelería es un negocio al alza en China, justificado por los nuevos hábitos de consumo de sus habitantes y el papel que desempeña el país dentro del sector del turismo.
Por una parte, el sector turístico en China está en camino de convertirse en uno de los más importantes de la economía nacional, con lo que ello implica para la gastronomía. Si bien es cierto que existe un tipo de turista que se desplaza allí teniendo en cuenta la gastronomía china como uno de los atractivos para visitar el país –según los últimos datos cerrados lo hacen al año unos 47 millones de turistas-; hay otro tipo de visitante que, a la hora de comer, prefiere decantarse por alimentos y marcas que ‘conoce’ y no arriesgar.
Consumo interno
Por otro lado, dentro del proceso de apertura del país y el incremento de la renta per capita de sus habitantes (las política económica del Gobierno chino se encamina a, en 2010, haber duplicado la renta per capita del país del año 2000), unido al cambio de los hábitos de consumo y a una sociedad que cada vez se convierte en más industrial, dejando de lado la tradición agrícola, propician que las cadenas de restauración extranjeras cuenten en China con un gran público local, ansioso de sabores nuevos. Puede decirse que una generación de consumidores se ha despertado en el gigante asiático, ya que el consumo doméstico de China ha crecido con ritmos del 13,1% interanual en los últimos cinco años o, lo que es lo mismo, ha representado una aportación superior al crecimiento del PIB que la de la inversión y la exportación en 2007 por primera vez en siete años. Sin embargo, todavía supone menos del 50% del PIB, un 28% menos que la media mundial. Todo esto podría convertir a China en el mayor mercado de bienes de lujo para el año 2014. Según las últimas cifras del Banco Mundial, China ha aportado el 13% del crecimiento de la economía mundial en el último lustro.
Aún así, hacer negocios en China todavía presenta algunos frenos y desafíos a los que las empresas han de hacer frente. Es cierto que los trámites administrativos se han reducido y poner en marcha una empresa en el país puede ocupar de entre dos a seis meses, pero todavía es complicado adaptarse a la economía china y la complejidad de su legislación que, en ocasiones se muestra muy poco precisa. Los requisitos a la inversión extranjera impuestos por la Administración, como el capital mínimo exigido o la existencia de sectores restringidos, también son barreras para algunas empresas. Además, el mercado chino es tan complejo que le exige a las firmas estabilidad y flexibilidad a partes iguales. Eso por no mencionar las dificultades idiomáticas o las que llegan a la hora de encontrar directivos cualificados locales.l
A.I.G.
