Y todo ello, sin ubicarse ni en un lugar de moda, ni tan siquiera en un punto céntrico de la ciudad. Esto es lo que hace especial a la coctelería Torre Rosa, uno de los locales de culto de la coctelería de calidad en la ciudad de Barcelona.
En el año 1987, Cecilia Clavell fundó el establecimiento junto con sus cuatro hijos, Carlos, Jordi, Elisabet y Miriam Reig. El local escogido era una antigua casa de indianos de principios del siglo XX ubicada en el barrio de Horta (de color rosa, de ahí el nombre de la coctelería), “un bombón”, como le gusta recordar a Jordi Reig, el más “visible” de los cuatro hermanos, ya que, además de encargarse del negocio, sigue coordinado al equipo de bartenders que trabajan en el local (en la actualidad, cuatro fijos más otros tantos de refuerzo). “Al principio –recuerda Jordi Reig- nos planteamos la posibilidad de montar un negocio de restauración de día, pero por las características del sitio optamos por un local de copas. Con el paso del tiempo vimos lo importante que era formarnos para ofrecer más calidad a nuestros clientes. Así fue como hicimos cursos de coctelería en la Escuela de Hostelería de Barcelona, con el gran Josep María Gotarda, y más tarde, en el centro de L’Hospitalet, con Manel Tirvió”. Estos primeros pasos –y sobre todo estos dos bartenders- introdujeron a Jordi Reig en el mundo de la coctelería profesional, y le llevaron también a formar parte del Club del Barman (ABE Cataluña), del cual hoy es secretario. Asimismo, Reig empezó a coleccionar premios nacionales e internacionales en reconocimiento por su creatividad y dominio del arte combinatorio de bebidas.
“Personalizamos los cócteles al gusto del cliente”
Pero todo ello, fue siempre sin abandonar el timón del Torre Rosa. “Me apasiona el mundo del cóctel por el contacto que hay con el cliente, porque nosotros hacemos coctelería clásica, para atraer a todo tipo de clientela, pero luego, una vez están en el local, intentamos personalizar cada trago al gusto del cliente. Es lo bonito del mundo del cóctel: que no es un trabajo en cadena, sino de una creatividad incesante”, explica Jordi Reig.
En estos casi 25 años que lleva introducido en este sector, Reig ha visto cómo el cóctel ha evolucionado: de ser una bebida casi exclusiva para un público masculino de clase alta, a ser la bebida de moda entre todo tipo de público, sobre todo el femenino. “Ahora el cóctel se ha feminizado bastante, con la introducción de combinados más suaves y de más sabores”, apunta Jordi Reig. Y buena parte de la culpa es la ampliación de las marcas de bebidas, reconoce Reig: “siempre nos ha gustado tener mucha variedad de marcas y, por eso, nunca nos hemos casado con ninguna en exclusividad, ni siquiera para realizar los cursos y talleres que ofrecemos a nuestros clientes. Y es que, antes era muy difícil conseguir determinadas marcas de importación, y ahora, sin embargo, nos invaden de marcas y bebidas. Pero es bueno. Nosotros creemos que es mejor colaborar con todas ellas y tener numerosas marcas y gamas de bebidas”, puntualiza.
“En coctelería las modas son cíclicas”
Los Reig ofrecen en su amplio local (el Torre Rosa tiene dos plantas, con capacidad para más de 100 personas, además de una terraza con 30 mesas más) una carta de numerosas referencias de cócteles, pero además cuentan con una amplia gama de bebidas Premium para adaptarse a cada cliente: unas 30 referencias de whiskies de malta, unas 30 de whiskies escoceses, más de 40 tipos de ron, unos 12 de vodkas y más de 40 tipos de ginebras. Precisamente, Jordi Reig explica que, “en coctelería las modas son cíclicas; primero se pusieron de moda los whiskies, luego hubo una explosión de los rones y ahora están los vodkas y las ginebras. Con estas bebidas pasan dos cosas diferentes. A la clientela le cuesta pagar más por un vodka Premium, porque no nota grandes diferencias; mientras que con las ginebras se abren mucho más, les gusta probar y no les importa pagar más. Mañana, posiblemente en un tiempo estemos hablando de la moda de los tequilas, porque están entrando muchas y muy buenas referencias”.
En el futuro cree Reig que la coctelería de autor aún explotará más y llegará a más público. “El auge y la moda de la cocina española nos ha ayudado mucho a poner también de moda la coctelería de calidad y eso es bueno. Nosotros, como profesionales, tenemos que seguir apostando por los productos de calidad, tenemos que seguir educando al cliente a saber beber y todo esto apoyados por la aparición de más marcas comerciales de bebidas”.
JM.M.
