Ambas actividades son muy relevantes en la economía madrileña: el sector comercial minorista comprende más de 75.600 empresas en las que trabajan 265.000 personas, que se suman a los 120.000 trabajadores empleados en 25.000 establecimientos de hostelería.
El consejero de Economía y Hacienda, Antonio Beteta, destacó que las once líneas de actuación se dirigirán fundamentalmente a la modernización e innovación tecnológica del pequeño comercio y de la hostelería; el desarrollo de centros comerciales abiertos; la rehabilitación de mercados y galerías comerciales; facilitar la financiación y liquidez a las pymes del sector; apoyar la incorporación del pequeño comercio y la hostelería a nuevas fórmulas comerciales; la promoción comercial de las ventas y reactivación de la demanda; apoyar a los emprendedores y autónomos; promover la relación del comercio y el turismo; el asesoramiento en materia de comercio y de consumo; apoyar la formación y seguridad en el empleo y el desarrollo de proyectos de seguridad.