Las expectativas de la firma para España apuntan a dos establecimientos operativos en el plazo de un año dentro de zonas urbanas de más de 200.000 habitantes en un radio de tres kilómetros, y alcanzar los 34 locales en un plazo de cinco años.
El concepto La Noble Empanada está basado en las típicas empanadas argentinas fabricadas por la propia empresa Cepas Argentinas, que llegarían desde su planta de Buenos Aires a España ultracongeladas a –18º y listas para regenerar en un horno. Con este equipamiento básico no es imprescindible que los locales dispongan de salida de humos. En Argentina, además, los restaurantes cuentan con freidora. “Una de las razones para no tener freidora en España es que las condiciones del local tienen que ser entonces más exigentes”, señala Claudio Tiechauer, director de la compañía. Pero la principal, de acuerdo con él, es el retroceso de consumo que los fritos están sufriendo en pos de una alimentación saludable.
Alternativa a la pizza
En España la empanada no es un producto tan extendido como en Argentina por lo que el primer objetivo de la compañía es “dar a conocer el concepto genérico empanada como alimento”.
La Noble Empanada comenzará a comercializar unos quince productos de las variedades “Tradicional” (empanadas de carne picante, Pollo y finas hierbas,…), “Gourmet” (patagónica de cordero, nobleza de carne,…) y “Tartinos”, una especie de tartaletas de sabores como espárragos al gruyere o puerros con lluvia de parmesano. Esta carta irá ampliándose y variando según vaya comportándose el mercado español.
La empanada es, de acuerdo con Tichauer, la principal competidora de la pizza en delivery, aportando varias ventajas sobre ésta: “al estar cerrada tiene mayor capacidad para mantener la temperatura y textura; con la empanada, cada cual pide lo que quiere. Sin embargo, con una pizza grande todos tienen que comer lo mismo”. Además, entra dentro de la categoría de finger food, al alza en la restauración fuera del hogar y es un producto muy versátil, que sirve también como plato principal.
En el país sudamericano, la enseña contempla como únicas modalidades de venta la comida a domicilio y el take away. En España, además, por la propia idiosincrasia del país, habrá un espacio donde degustar el producto sentado en los locales, por lo que también han de ser de mayor tamaño (unos 140 metros cuadrados). Estarán situados, según Tichauer, preferentemente en zonas de alto tráfico rodado y razonable tránsito de peatones. Cepas argentinas espera que en España, el primer país europeo al que llegará la cadena, las ventas lleguen en un 50% a través del delivery, un 30% del take away y un 20% de consumo en el propio local. No en vano, el hogar es el destino preferente de estos productos.
En principio, también se prevé alguna apertura en centros comerciales, con el objetivo de obtener conocimiento de marca.
La franja de edad a la que van dirigidas las empanadas de esta cadena es muy amplia: de 16 a 60 años y buscarán además, lo que Tichauer denomina “el mercado de la nostalgia”, es decir, argentinos afincados en España que busquen los sabores de su país de origen.
Se busca masterfranquiciado
Cepas Argentinas busca para su expansión en nuestro país un “master franquiciado o grupo de inversión”, con el que alcanzar los 34 locales en un plazo de cinco años. El retorno de la inversión en este negocio llegaría entre el segundo y el tercer año, calcula el director de la enseña.
Otra línea de negocio recien inaugurada por Cepas Argentinas, que cuenta con una capacidad productiva de sesenta millones de empanadas al año, es la exportación de sus empanadas a diversos restaurantes y cadenas españolas. Éste es un negocio que ya ha puesto en marcha también en Brasil, Chile, Francia, Gran Bretaña, Alemania y Hungría.
Cepas Argentinas es un grupo dedicado a la producción y comercialización de alimentos y bebidas que factura 300 millones de dólares al año, emplea a 900 personas y posee seis plantas de producción y dos centros de distribución.l
Elia García
