Los deportes de nieve hace algún tiempo que dejaron de ser algo exclusivo de aficionados con desahogadas disponibilidades económicas para convertirse en un deporte lo suficientemente masivo como para resultar interesante para algunos negocios. Más allá de la propia explotación de las pistas de esquí, el turismo y, más en concreto, su aspecto hostelero está especialmente interesado en el desarrollo de un deporte que absorbe por completo o casi por completo las jornadas de sus practicantes, al menos desde un temprano desayuno hasta un reparador tentempié de media tarde.
Aunque España es un país netamente meridional, su peculiar orografía le ha deparado algunas importantes estaciones de esquí. Formigal, Baqueira, Sierra Nevada, etc. son nombres bien conocidos en el mundo de los esquiadores europeos. Sus pistas superan o se acercan en algunos casos al centenar de kilómetros esquiables, de lo que se puede deducir fácilmente la enorme capacidad que tienen sus infraestructuras para atender las demandas de comida y bebida de los visitantes.
Según datos de ATUDEM, la asociación que engloba la práctica totalidad de las estaciones de esquí españolas, el total de esquiadores y no esquiadores que esta temporada han acudido a las 29 estaciones de esquí alpino y 5 de esquí de fondo asociadas, es de 5.831.310 personas. Esta misma fuente calcula que el 80,4% de estos visitantes son españoles y el resto (19,6%) proceden principalmente de Reino Unido, Portugal y demás de países europeos.
Las instalaciones de esquí son explotadas por empresas concesionarias de carácter semipúblico en bastantes casos o privado en algún otro. Es lo que ocurre con Aramon, la sociedad explotadora de las actividades turísticas de las montañas de Aragón, o Cetursa, gestora de las pistas de Sierra Nevada. Las instalaciones de Baqueira, por su parte, son competencia de la sociedad privada Baqueira Beret. Estas compañías se ocupan no sólo de la instalación y mantenimiento de las infraestructuras relacionadas con la práctica del esquí, sino también de la explotación del negocio hostelero.
Montañas de Aragón
Un informe realizado por el Servicio de Estudios de iberCaja, accionista junto al Gobierno de Aragón en Aramon, estima que en la última campaña de Navidad (20 de diciembre a 6 de enero) se generó un gasto por parte de los esquiadores de 56,6 millones de euros en las comarcas de montaña aragonesas; de ese total, solo una quinta parte correspondió a la compra de fortfaits, quedando el resto para alojamiento y, sobre todo, gastos hosteleros.
El Servicio de Estudios de iberCaja calcula que el gasto medio diario efectuado por los esquiadores asciende a 147 euros en las estaciones del Pirineo, que recibieron 360.000 visitantes, y en 92 euros en las turolenses, a las que acudieron 40.000 esquiadores; una diferencia que se explica por el menor grado de desarrollo de estas últimas en cuanto a la oferta complementaria de ocio y servicios.
El estudio recuerda que este gasto directo impulsa asimismo una corriente económica inducida que se concreta, por ejemplo, en los gastos en que incurren quienes trabajan en los distintos servicios que se prestan a los esquiadores. Este efecto multiplicador alcanza una media diaria de 60 euros en las estaciones pirenaicas y de 38 euros en las turolenses, lo que representa un promedio ponderado de 57,6 euros para Aragón. De este modo, el gasto inducido por los esquiadores en la última campaña de Navidad supera los 23 millones de euros.
Aramón gestiona un total de cinco estaciones de esquí (Cerler, Formigal, Panticosa, Javalambre y Valdelinares) que reúnen 267 kilómetros en sus 217 pistas. Entre todas ellas destaca Formigal, por ser la estación que más kilómetros de pista (unos 137 kilómetros en sus 97 pistas) ofrece a los esquiadores. La oferta hostelera de Aramón entre todas las estaciones está constituida por 51 establecimientos, de los que 22 puntos de restauración están localizados en Formigal y, entre ellos, el singular restaurante La Glera, instalado en una cabaña construida en el punto más elevado del valle Anayet, accesible sólo mediante un vehículo especialmente adaptado a la nieve, o el nuevo Iglú Bar, situado justo en las pistas del valle de Izas también en Formigal, con una divertida oferta cuyo fuerte son los cócteles y la comida fría. La estación también cuenta con fórmulas más habituales como burger, pizzería o el autoservicio Selva Café.
Los puntos de restauración de Aramón suelen responder a modelos “tematizados” como los anteriormente descritos, entre los que también habría que destacar el reciente Serrau Beach de Cerler, que responde a un nuevo concepto de cafetería de esquiadores. El establecimiento se sitúa en la cima del collado de Sarrau, entre los desembarques de los telesillas Serrau y Ampriu, donde se ubica una barra de hielo al aire libre con una gran terraza y una efectista ambientación típicamente playera.
Sol y nieve
Mientras algunos se rasgaban las vestiduras por la pérdida de Cuba o la crisis moral de la nación española, en Granada y con muy otro espíritu nacía en 1898 Diez Amigos Limited para facilitar el acceso a las cumbres de Sierra Nevada. En 1912 la sociedad se convirtió en Sociedad Sierra Nevada que se vio muy favorecida a partir de los felices años 20 por la construcción de la carretera Granada-Sierra nevada y de un ferrocarril eléctrico, medios fueron decisivos para difundir la afición por los deportes blancos entre los granadinos. En 1964, en pleno desarrollismo, se crea Cetursa (Centros Turísticos, S.A.), la empresa que en adelante gestionará la estación de esquí de Sierra Nevada, si bien con un importante cambio en su accionariado desde que en 1985 entraran los actuales responsables, encabezados por la Junta de Andalucía.
Aunque no es la de mayor tamaño, Sierra Nevada ha sido siempre un excelente compendio de la oferta española de esquí, ya que su privilegiada localización geográfica le permite unir un excelente y soleado clima de alta montaña con las cercanas playas de Motril o la Costa del Sol y, por supuesto, con la propia ciudad de Granada, una de las más bellas capitales andaluzas.
Sierra Nevada cuenta con una amplia oferta gastronómica en los nueve restaurantes a pie de pista repartidos por toda la estación. La mayor parte se encuentra en Borreguiles: la bocadillería El Campanario, los restaurantes Monachil, Borreguiles (el mayor) y Nevasol, cuya especialidad es la paella. A los pies del Telesilla Stadium se encuentra el Genil, y para comer o beber algo casi sin bajarte del telesilla tienes los kioskos situados al lado de los remontes de La Laguna de las Yeguas, Montebajo y Cabaña-Slalom.
Cetursa ha calculado que en 2007/2008 recibió a un total de 744.029 esquiadores, un 8,4% menos que el año anterior, si bien hay que tener en cuenta que, desde el punto de vista meteorológico, fue una de las peores temporadas de la última década. A los esquiadores habría que sumar 81.031 no esquiadores que también utilizaron los remontes, un 8,1% menos que el año anterior. Estas cifras se refieren al número de personas que han adquirido forfaits y, por ello, han podido controlarse con una total exactitud. A estos datos hay que añadir este año los visitantes que han utilizado cualquier otra actividad, que suponen 77.023 personas más. Además, hay una cifra muy considerable de visitantes que no han utilizado los medios mecánicos ni las actividades pero que visitaron Sierra Nevada durante la temporada para pasar el día, comer, tomar contacto con la nieve, hacer compras, pasear, etc… El cálculo de estas personas está en torno a los 250.000 visitantes, cifra algo superior a la anterior temporada.
La estación de Baqueira Beret, otro de los grandes complejos pirenaicos relacionado con los deportes de invierno, resulta especialmente conocida por ser la elegida por grandes nombres de la política e incluso de la Casa Real. Sus 69 pistas ofrecen un total de 108 kilómetros de pistas balizadas, ocupando una superficie cercana a las dos mil hectáreas.
Igual que en los casos anteriores su oferta restauradora es muy amplia y abarca desde restaurantes a la carta como Cap del Port, en la cota 2.072 metros, a conceptos como Barralh Blanhiblar, una carpa con unas vistas espectaculares, pasando por bocadillerías, cafeterías y autoservicios al uso.
