Dietistas, nutricionistas y asociaciones de padres han denunciado en la Ciudad Condal la proliferación de snacks y bollería industrial al alcance de una población tan sensible como los menores en los bares y cafeterías de los centros de enseñanza, pese a las directrices distribuidas por los consejos escolares, el departament de Ensenyament y asociaciones de padres como la FAPAC.
Ello provoca que iniciativas como la NAOS, el EDAL o la PAAS no progresen como debieran y logren invertir la tendencia de que la obesidad no pueda combatirse con éxito en colectividades estudiantiles.