Un gran vino es el fruto estricto y puro de un lugar privilegiado. Cuanto más se cierra el ángulo, más precisa es la identidad, factor esencial de la definición de un gran vino. Bajo esta premisa, la Denominación de Origen Calificada Priorat impulsa ‘Los nombres de la tierra’ la nueva catalogación de los vinos elaborados en sus bodegas.
Para ‘Los nombres de la tierra’, la DOCa Priorat pone el acento en tres valores: la transparencia, la humildad y la recuperación de aquello que un día fue. En su clasificación se encuentran el ‘Vino de la DOCa Priorat‘, reflejo de la personalidad vinícola genérica y de la tipicidad de la marca; ‘Vi de Vila‘, que transmite la suma de la diversidad de los parajes vitícolas del mosaico de un municipio; o ‘Vi de Paratge‘, que trata de mostrar una esencia más pura vinculada a la orografía, a la geología y a un microclima más delimitado.
‘Vinya Classificada‘ o ‘ Gran vinya classificada‘ son, por su parte, muestran una tradición que ha interpretado y salvaguardado hasta el presente las joyas vitícolas más exclusivas, inalteradas en el tiempo.
El Consejo Regulador de la DOCa Priorat ha identificado todas las parcelas vitivinícolas del Priorat. El objetivo ha sido garantizar el origen de la uva procedente de cada viña y de cada vino según la clasificación otorgada. Los técnicos del Consell Regulador constatan a través de un control de trazabilidad que el origen y las normas establecidas en la actual clasificación son aplicadas en todos sus vinos.
«Se trata de denominar el vino por su nombre, por el lugar de donde procede», explica Álvaro Palacios, viticultor y bodeguero de la DOCa Priorat. Un proyecto que «pone en valor la singularidad de un territorio, destacando los 459 parajes» explica Sal·lustià Àlvarez, presidente de la DOCa Priorat.
En la actualidad, la DOCa Priorat cuenta con poco más de 2.000 hectáreas de viñedo, cultivadas por 532 viticultores y 109 bodegas.
