Restaurant Telefèric se ha convertido, dentro del panorama gastronómico barcelonés, en un emplazamiento especialmente adecuado para degustar pintxos elaborados de forma artesanal y con un toque de creatividad. Un espacio atrevido y actual, que crea una atmósfera particular capaz de transportar al comensal a las cotas más altas de la cocina mediterránea.
Ubicado en el corazón de la ciudad condal, y con un cuidado interiorismo, Telefèric Barcelona se especializa en tapas y en más de 70 pintxos distintos de gran calidad, utilizando las mejores materias primas y cuidando hasta el último detalle la elaboración de cada plato, donde se tienen en cuenta los colores, el juego de sabores y la originalidad. Así, los clientes pueden disfrutar, de forma ininterrumpida, de su cocina creativa en la que el pintxo ha evolucionado, sin perder de vista su origen, hasta convertirse en el gran protagonista, con versiones como el pintxo de Foie a la plancha caramelizado con confitura de cebolla roja y cereza ( que ganó el premio a “La Mejor Tapa de Barcelona”), el de Salmón marinado en miel y mostaza con mascarpone y eneldo, el pintxo de Croquetas de bacalao con crema de ceps y gambas, el Tortillón de brie con chorizo ibérico y el de Ensaladilla rusa con aceite de trufa.
Así mismo, como tapas a destacar Telefèric propone Pulpo braseado con parmentier de parmesano y trufa, Gyozas de pollo y langostinos con salsa agridulce de Pacharán y piquillos y Foie a la plancha con teriyaki dulce y boniato al horno.
Además, Telefèric cuenta con otras especialidades en carnes y pescados, como el Atún marinado, así como una amplia variedad de postres caseros, destacando la Torrija de la abuela y el Chocolate belga trufado con helado de yogur de grosella, y una completa carta de vinos nacionales.
Por otro lado, Telefèric Barcelona ha sido concebido como un escaparate del arte y la gastronomía, en el que el comensal puede descubrir de primera mano los pintxos y las tapas allí mismo expuestos, como auténticos protagonistas de su cocina, mientras contempla los numerosos cuadros que cuelgan de las paredes del local, muchos de ellos cotizadas y auténticas obras de arte de artistas como Miró, Tàpies y Picasso.