Un mes después de la aplicación de la polémica Ley del Tabaco el Gremio de Restauradores de Barcelona mantiene su actitud crítica. Los empresarios restauradores han hecho un balance y el resultado no es nada halagüeño: los propietarios de los establecimientos con más de cien metros cuadrados consideran un agravio comparativo el hecho que se vean obligados a instalar zonas para fumadores y no poder elegir ser o no fumadores en su totalidad, como ocurre con los locales más pequeños. Cosa que les obliga a hacer unas inversiones que no creen que les aporten beneficios.
En una consulta realizada por el Gremio de Restauración de Barcelona, pero que, según su presidente, Gaietà Ferràs, “son datos extrapolables al resto del país, porque se han contrastado con los datos de la Federación Española de Hostelería y Restauración (Fehr)”, alrededor del 79% de los locales de menos de cien metros cuadrados se han declarado fumadores, mientras que el porcentaje baja al 73% si la superficie es mayor.
Sin embargo, estos últimos se sienten “discriminados” y con temor “a que la ley cambie a medio plazo y la inversión que ahora se ven obligados a hacer, para adaptar las salas con zonas de no fumadores, no sirva para nada”, según Gaietà Ferràs. Cabe recordar, que la inversión que deben realizar estos establecimientos para adaptar cincuenta metros cuadrados como zona para no fumadores ronda los quince mil euros.
El dato más preocupante de esta encuesta, realizada en enero entre seiscientos locales barceloneses, es que los empresarios hosteleros consideran que la ley afectará a la facturación de su negocio. El 29% cree que disminuirán los ingresos, e incluso, no sólo lo piensan, sino que ya empiezan a notarlo, según el Gremio. Además, el 36% de los encuestados han visto una considerable reducción del tiempo de estancia de sus clientes en sus locales, y prevén más problemas a medio plazo, ya que en verano se añadirán las molestias por el ruido que los clientes que han de fumar en la calle pueden generar.
En conclusión, desde el Gremio de Restauradores de Barcelona piden “comprensión a los inspectores, porque queremos cumplir la ley pero éste es un sector muy frágil y competitivo, un sector en el que el sesenta por ciento de la clientela es fumadora habitual y no se les puede pedir cambiar un hábito de la noche a la mañana. El Gremio se reafirma en sus argumentos previos a la entrada en vigor de la Ley: apuestan por la autorregulación en todos los casos, sin imposiciones normativas e relación a las superficies de los locales, porque existe un riesgo muy alto de suprimir contratos de trabajo.
