El lanzamiento supuso una inversión de diez millones de euros, incluyendo costes de personal y formación, coches comerciales, dispositivos de movilidad, inversiones en logística, adaptación de los centros, sistemas infrormáticos y CRM. Se crearon además 165 nuevas contrataciones entre gestores de clientes (asesores comerciales que visitan a los hosteleros en sus negocios) y preparadores de pedidos que gestionan el pedido en los centros que Makro tiene en España.
De acuerdo a la compañía, “la gran aceptación por parte de la hostelería de este nuevo servicio de Makro se traduce en la rapidez con la que se ha conseguido superar las expectativas de beneficios”.